jueves, 11 de septiembre de 2014

amor

Cáritas y las tabaibas (2)…
 
“… el momento es apremiante…” (de la primer carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 25-31).
 
“… los que ahora tenéis hambre…” (Jesucristo: del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26).
 
“… sembraré, mientras es tiempo, aunque me cueste fatigas…” (del himno de Laudes del miércoles III).
 
“… con abasto de pan y provisión de agua…” (del Cántico del profeta Isaías 33, 13-16).
 
“… yo soy pobre y desgraciado…” (del salmo 69).
 
“… como el árbol en la savia se apoya, que le nutre y le enflora y verdea…” (del himno de las Vísperas del miércoles III).
 
“… los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares…” (del salmo 125).
 
“… que comáis el pan de vuestros sudores…” (del salmo 126).
 
“… los trabajadores, que ganan su pan con el sudor de su frente…” (de las preces de las Vísperas del miércoles III).
 
… no disponible, ningún servicio, depresión, imposibilidad de trabajo alguno, etc., estas son las consecuencias de tantísimas tabaibas como tenemos y a más. El matrimonio tabaibas con agricultura, es algo que no, no funciona. Ninguna actividad laboral proporcionan las multimillonarias plantas de tabaibas. Tenemos toda la tierra dedicada a la plantación de tabaibas. Y, a su cuidado dos ejércitos y un falso o sobrante gobierno cabildicio. Las tabaibas, solo dan trabajo a Cáritas, a todas las Cáritas parroquiales y a la diocesana, que cada vez reparte menos al ser más los mendigos o pobres. Cáritas, una organización de la Iglesia católica, que les saca las castañas del fuego a los alcaldes todos de la isla y fuera de ella. Ahora -y gracias a las tabaibas- las colas pidiendo comida están siempre llenas. Y no se ve una sola cara feliz. Cercen los colaboradores de Cáritas, llamados voluntarios, que comienzan a ser también ellos beneficiarios de la propia Cáritas. Sí, pobres al frente de algunos grupos de Cáritas, con lo que todo queda en casa. ¡Lamentable!, pero es lo que hay. Y a más. Pero todo esto, no un día sino 365 días al año. Y a más. El trabajo ya de tantos miles -y a más- el salir de su casa a los salones de la parroquia a buscar comida o algo (no tanto a Misa, pero…). Intensa labor la de la Iglesia, dando de comer a tanto hambriento donde se podría coger hasta tres cosechas al año, pero el cabildo ha echado los candados, y nada de nada en la tierra, solo tabaibas. Y Cáritas se sostiene con la caridad de los pobres que vienen a Misa y traen comida -muchas veces- más pobres que los mismos pobres que recogen lo de los pobres iguales que ellos, pero que solidarios contribuyen con Cáritas desde la fe que profesan a favor de los indiferentes, ateos, o de otros credos. Y nos llegan madres con hijos, con esposos y abuelas de varios nietos (esto lo más normal, pero hay casos para no contarlos). Desestructurados,  enfermos, ancianos, inmigrantes, niños, jóvenes, etc. Y, a nadie se les puede dar un bote de leche de tabaiba, ¡los mataríamos! Y la Iglesia escucha (es lo que buscan muchos y lo más que necesitan). Sin posibilidad de mandar a los beneficiarios de Cáritas a que solucionen sus problemas; labor imposible y a peor. Podemos y acogemos…
 
El Padre Báez
 
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Lo de “Rvdo.”, me llegó al alma (¡es broma!). Y si les pongo este correo, es por el tratamiento, que me hizo mucha gracia. Y como éste: ¡miles! Pero pasando del tema, vayan al simple meollo: “Gracias por sus comentarios…”:
 
“Estimado Rvdo.
                                                                                                  Gracias por sus  comentarios, que a diario me  remite.
                                                                                                  Reciba nuestro cordial saludo y hasta luego.
(P. F. y su esposo)”.

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