“Tabaibo” por “canario”…
“… no mes riqueza ni pobreza,
concédeme mi ración de pan…” (del libro de los Proverbios, 30,
5-9).
“… sobre la superficie del
valle y estaban completamente secos… ¿podrán revivir…?... en vuestra tierra…”
(del libro del profeta Ezequiel 37, 1-14).
“… quitaré de pastores…
porque… se apacientan a sí mismos…” (del sermón de san Agustín, obispo, sobre
los pastores).
“… de tu
despensa les llenarás el vientre, se saciarán…” (del salmo 16).
“... lo mismo
que el cansado labriego, por la tarde...” (del himno de las Vísperas del
miércoles I).
… mucho le
alegra a un servidor, que al menos alguien comience a llamar a los antiguos
“canarios”, por el moderno y actual nombre de “tabaibo”; pues si este primigenio
nombre le vino por los canarii, otros -equivocados- que si de los canes, e
igualmente equivocados los que los hacían descender de las aves cannoras (los
pájaros canarios), y no faltan los bíblicos que los hacen descender de Cam o de
los cainitas, digo, que al presente dado que la isla toda ha sido entregada a
las tabaibas, sin posibilidad alguna de plantar un olivo, castañero o nogal, y
mucho menos un cercado de papas, de millo o coles, por poner algunos ejemplos
(que caben muy otros variados árboles frutales y muchísimas más legumbres), que
al vivir donde tantísimas tabaibas hay así nos llamemos, como cardoneros los de
donde cardones, por poner otro ejemplo, que es de donde algo se produce, o de
donde más abunda algo. Y digo, que se alegra uno, porque poco a poco la cosa va
cuajando y entrando en el pueblo, que así va aceptando la nueva denominación de
los que en estas islas cargadas de tabaibas, lo más lógico es que el gentilicio
responda a tabaibos como palmeros a los de donde abundan las palmeras (segundo
ejemplo). Es decir, que con toda lógica, acierta quien a los residentes en este
archipiélago los llamen por su verdadero nombre o lo que es lo mismo “tabaibos”,
y se equivoca y anda fuera del tiempo, tiempo pasado, en el que a los residentes
e hijos de estas islas eran llamados “canarios”, pero que así solo ya se
denominan a los pájaros del monte o los amarillos color azafrán que son los que
ostentan con toda justicia lo de “canario”, pues los otros pájaros, es decir,
los humanos seamos llamados si somos de aquí, por el nombre propio, si donde hay
tabaibas, pues tabaibos. Y, así vea los ojos de Dios (que uno es creyente), que
alguien -cuya autoría callo (por ahora, ya lo verán en su día)- me comenta lo
que entresaco de su correo y comentario:
“… un tabaibo, vale más que cualquier político mamón y
corrupto, que son la mayoría que nos gobiernan…”, y si por muestra basta un botón, ahí les dejo este. Ya
ven, cómo con referencia a los que de aquí somos, se refiere el autor de la cita
a ellos con el denominativo “tabaibo”. Y, es aseguro, tengo muchos otros
ejemplos. Usted, haría bien, si con referencia a los nacidos en este atlántico, los llame “tabaibos” y no
“canarios”. Así lo espero.
El Padre
Báez.
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Sinceramente, creo se pasa un poco. Por supuesto, he
quitado parte de su contenido, pero, cada uno es libre de decir lo que piensa,
aunque en este caso, se pasa, se pasa…:
Estimado Padre
Báez:
Admirable su persistencia
y lucha. Es Ud. un auténtico discípulo del maestro Jesús: plantándole cara el
Príncipe de este Mundo ( Jn 12, 31; 14, 30; 16, 11; II Cor 4,
4) que sin duda tiene que estar dirigiendo los pasos y las cuitas de las
autoridades cabildicias. Es Ud. un auténtico Faycan, un líder espiritual que
lucha por la verdad y la vida, en medio de las fieras y la corrupción del mundo.
Por eso, no puedo si no seguir animándole, (…). Ahora tengo un pequeño programa
de radio en Internet donde pienso recoger su lucha, porque su denuedo en la
verdad transciende el tema concreto de la tabaiba, para convertirse en un
símbolo cristiano de la lucha contra la injusticia y el abuso del Poder, en
defensa de una población que lo tiene que tener a Ud. como referente
espiritual.
Aprovecho este correo para
sugerirle una idea: como estudioso de nuestros mayores, los antiguos canarios,
probablemente tendrá Ud. referencias históricas de lo que estos hacían con las
tabaibas; controlaban los guanches la población de tabaibas reduciéndolas a los
terrenos baldíos o con poco valor agrícola?. Creo que compartimos una admiración
sin límites por nuestros mayores, no sólo por su valor y amor por la Libertad,
por su religión pristilina y natural, sino también por su respeto a la
naturaleza. Así que el cómo trataba a las tabaibas me parece una información
esencial para reforzar, Padre Báez, su línea
argumental.
Un abrazo
Jóse
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