domingo, 1 de julio de 2012

16 años...

16 años de ilegal:

Ilegal, es el que entrando por patera, o por cualquier otro medio, forma y manera, no se ajusta a las leyes, y se las salta, colándose entre nosotros, estando fuera de la ley. Pues, duele, oír decir a este buen hombre –pongamos que hablo de un pastor-, que al presente con 500 cabras (sin contar: cabrones, cabritos, machorras, ovejas, carnero, cochinos, gatos perros, ratas, lagartos, conejos, palomas, gallinas, mulo, etc., etc.), que, por el delito de tener su granja, como medio de sustento, y empresario él, que da trabajo a cinco (5) hombres, por no tener los papeles en regla, no lo hacen legal, y tiene que vivir en la ilegalidad durante el tiempo que señalo en el título de este mi comentario, pero no el mío, sino el de él, que por falta de magnetófono o grabadora alguna, no se la puedo transmitir con total fidelidad, pero que en resumen, esto fue lo que me dijo:

-        ocho (8) años, esperando la legalización
-        siempre me faltaba algo, porque pidiendo
-        certificados de agua
-        certificados de luz,
-        certificados mil,
-        certificados de seguros
-        16 años de ilegal
-        6 años la cosa frenada en el Ajunta y miento (pongamos que hablo del de Telde)
-        etc.,
-        etc.

Y todo esto, para poder tener un rebaño. Y la cosa es, que sin todo eso, que te marean y te hacen dar más vueltas que un tonto; sin todo eso, y más, ¡mucho más!, ustedes, no pueden vender su queso, ni tener sus cabras, ¡multas que te pego!, ¡palos que te doy!, en lugar de facilitar, y dejarse de tantas normas ridículas, con algunas que les comentaré en otra ocasión, con tal de no distraer la atención, con lo que sigo pensando es un abusar del pobre que inicia una vida rupestre o campestre y se quiere dedicar a lo que con dignidad y sufrimiento –pues se trata de personas que son esclavas de las cabras que tenga, independientemente del número de las  mismas, pues cada día comen, cada día hay que ordeñarlas, razón por la cual el desgraciado y pobre pastor, no tiene vida social, es un  excluido de la sociedad, no tienen un solo día de descanso, pero tiene todos los días del año, sobre ellos, a los veterinarios, a los del seprona, a los del medio ambiente, como sanguijuelas, para chuparles la sangre (el dinero de sus sudores y trabajo honrado, con multas y más multas, porque el pastor no es legal.

El Padre Báez.

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