viernes, 11 de febrero de 2011

(153): LA MUJER Y LA ARQUEOLOGÍA

     Está más que claro, que la mujer guanche, al igual que el varón, hacían los mismos trabajos que este; y así –aunque las Crónicas no lo dicen (ni falta que hace), lo dice la arqueología, cuando ésta sea “leída”, como corresponde hacerlo- pues, que lo mismo amasaba el barro, que cuidaba del rebaño; lo mismo cocinaba que curtía el cuero. Es decir, como hasta hace poco en el campo, donde el trabajo de la mujer, no se diferenciaba del que hacía el hombre, tanto en la construcción, como en cualquier otra faceta, si bien en periodos de gestación, la cosa aflojaba solo un poco.

    Si quisiéramos reducirla a la cocina, hay que verla pescando, pero dejémonos de ejemplos, y miremos las figuras femeninas, los grabados, las pintaderas, etc., y descubriremos el papel igualitario en una sociedad, donde ni siquiera en la lucha se quedaron atrás. Y, al igual que los hombres, las hembras hicieron posible cuanto a nosotros nos ha llegado de l@s guanches.
    Pero, cuando se reivindica al presente la igualdad de la mujer con el hombre, esto ya lo tuvieron en cuenta los guanches, que al respecto, no hacían diferencia. Me gustaría, que ya que los arqueólogos –cobardes-, no dicen ni papa, que las mujeres (¡las hay, y las conozco!), sean más valientes, emulen a sus antepasadas, y escriban algo sobre esto, con datos. Así sepamos sobre el papel de la mujer en nuestra Historia, y cuáles por razón del sexo y situaciones, eran sus actividades.
    Que más allá de dar el pecho a sus hijos, qué otras actividades desarrollaron; adelantando un servidor al respecto, por lo que he descubierto, que tuvieron o tenían un papel fundamental. No es el caso de venir ahora con el matriarcado, y la fundadora de la dinastía reinante (Atidamana). Así que no seré yo, quien le quite protagonismo a la arqueóloga, que quiera arrojar “Luz”, sobre este tema.
    Simplemente, pues, animo a que se escriba sobre este tema, que redundará en un mayor interés y conocimiento de nuestra cultura. Ya es tiempo, se ponga a la mujer en el puesto que tuvo entonces, y se concluya cómo aquella, era una sociedad más avanzada –en estos aspectos y otros- que la nuestra o actual.
     Entonces, el feminismo y el machismo, no existía –son conceptos modernos- por lo que nos extrañaríamos saber y ver al varón, haciendo lo que en décadas aún recientes, era cosa de mujeres. Así que podemos adelantar el papel de la mujer guanche, no se limitaba al hogar y a asuntos femeninos, sino indistintamente.
    También podemos adelantar que al lado de hombres sacerdotes (faycanes), habían mujeres religiosas o consagradas(harimaguadas), como en un paralelo -si bien con sus matices-. Por supuesto, que la maternidad, las condicionaba en parte, pero eso es de pura lógica y deducción, pero eran periodos o momentos.
    Resumamos lo dicho: la mujer guanche tuvo parte activa en la sociedad de su tiempo; estuvieron y con-construyeron cuanto a nosotros ha llegado de l@s guanches; la igualdad no se planteaba, porque la vivían; incluso, han llegado nombres y gestas de muchas mujeres a nosotros, y ello, incluida la acción política.
    Pero, sean las arqueólogas, las que tomen el relevo, de lo que aquí anticipo.
    El Padre Báez, que desea la mujer del presente, tenga el mismo protagonismo que la mujer de los guanches, en su tiempo.





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