(144): TENEMOS Y SOMOS UN SEGUNDO EGIPTO
Creo, debiéramos saber y estudiar menos egiptología y más guanchología. Que hayan titulares de egiptología, y no de guanchología, como que suena raro, ¿no? Y es que nuestro ser otro Egipto, además de, por los saqueos y robos –como allí o allá ahora- nuestra deficitaria cultura guanche, de aquél antiguo país y cultura, como es el caso de sus monumentales obras, y por descontado la momificación, y sin olvidar el lenguaje o escritura jeroglífica afín a la de los nuestros.
Que el mundo está preocupado, por la suerte de la arqueología egipcia, en peligro; y cree un servidor, que idéntica preocupación, se debiera dar aquí, ahora y siempre, con nuestro legado heredado, muy similar al del norte de África, de donde procedemos y somos. Ya se que los motivos son distintos, pero iguales razones, para proteger los yacimientos, que sin manifestaciones como aquella –aquí-, nuestro patrimonio es también atacado.
Pues, sabido es, que lo nuestro está en el 99 %, sin protección, y de ahí el daño continuado que sufre nuestra arqueología. Aprovecho, pues, para decir, que más que tumbas egipcias, se estudien las nuestras; que también tenemos templos, si bien al aire libre, como los almogarenes y otros; y que ahora, que está cerrado el viajar a Egipto, que se muestre lo que de allá nos vino, a los que nos visitan, dado que han cambiado de ruta.
La revuelta egipcia, va a acabar con muchas piezas y material desaparecidas, yacimientos expoliados, y trabajos parados. Y si algo hay que defender –allí como aquí; o aquí como allí- es la arqueología. Y, como no hay mal que por bien no venga, aprovechemos, para que el mundo conozca a la hermana menor de la arqueología egipcia, que de la misma sangre y madre, tenemos en estas pobres y desgraciadas islas, antes llamadas Canarias, y ahora Tabaibal.
El Padre Báez, que cree providencial, lo que está sucediendo en Egipto, y que nos da pie para mostrar a los que yendo hacia allá, se han desviado al Gran Tabaibal (antes Gran Canaria) que somos y tenemos, descubran, nuestras raíces egipcias, en nuestra arqueología (eso sí, debieran darse prisa en quitar las planchas de hierro, para que no se rían y burlen de nosotros).
NOTA: Ojalá los del Gran Tabaibal (antes Gran Canaria), tome nota de Fuerteventura, que ofrece a los turistas -algo más que sol y playa-, sus museos, con un incremento a las visitas de los mismos de un casi el 50 %. También aquí debemos llevarlos a nuestra arqueología (o lo que es lo mismo: nuestra identidad, nuestra cultura, nuestras raíces [¡a eso iban a Egipto!]).
Creo, debiéramos saber y estudiar menos egiptología y más guanchología. Que hayan titulares de egiptología, y no de guanchología, como que suena raro, ¿no? Y es que nuestro ser otro Egipto, además de, por los saqueos y robos –como allí o allá ahora- nuestra deficitaria cultura guanche, de aquél antiguo país y cultura, como es el caso de sus monumentales obras, y por descontado la momificación, y sin olvidar el lenguaje o escritura jeroglífica afín a la de los nuestros.
Que el mundo está preocupado, por la suerte de la arqueología egipcia, en peligro; y cree un servidor, que idéntica preocupación, se debiera dar aquí, ahora y siempre, con nuestro legado heredado, muy similar al del norte de África, de donde procedemos y somos. Ya se que los motivos son distintos, pero iguales razones, para proteger los yacimientos, que sin manifestaciones como aquella –aquí-, nuestro patrimonio es también atacado.
Pues, sabido es, que lo nuestro está en el 99 %, sin protección, y de ahí el daño continuado que sufre nuestra arqueología. Aprovecho, pues, para decir, que más que tumbas egipcias, se estudien las nuestras; que también tenemos templos, si bien al aire libre, como los almogarenes y otros; y que ahora, que está cerrado el viajar a Egipto, que se muestre lo que de allá nos vino, a los que nos visitan, dado que han cambiado de ruta.
La revuelta egipcia, va a acabar con muchas piezas y material desaparecidas, yacimientos expoliados, y trabajos parados. Y si algo hay que defender –allí como aquí; o aquí como allí- es la arqueología. Y, como no hay mal que por bien no venga, aprovechemos, para que el mundo conozca a la hermana menor de la arqueología egipcia, que de la misma sangre y madre, tenemos en estas pobres y desgraciadas islas, antes llamadas Canarias, y ahora Tabaibal.
El Padre Báez, que cree providencial, lo que está sucediendo en Egipto, y que nos da pie para mostrar a los que yendo hacia allá, se han desviado al Gran Tabaibal (antes Gran Canaria) que somos y tenemos, descubran, nuestras raíces egipcias, en nuestra arqueología (eso sí, debieran darse prisa en quitar las planchas de hierro, para que no se rían y burlen de nosotros).
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