Toda vez que fui párroco de Ntra. Sra. del Socorro en Tejeda, hace ya unos 37 años, cuando entonces supe del santuario que los guanches tenían en el Bentayga, y cómo en la cazoleta, cual cáliz precursor, ofrecían a Acorán leche, también un servidor, con la feligresía, hicimos una excursión y catequistas con sus catequizandos, personas mayores, y jóvenes, celebramos allí -creo- la primera Misa en dicho santuario o Bentayga, y que donde ellos mismos (los guanches), ofrecían sus sacrificios, un servidor, ofreció el de Cristo.
Y no, no es que quiera uno -y ni vengo a ello- a contar las correrías apostólicas, sino que solo pretendo se vea cómo de alguna manera, hubo y hay una cierta correlación y continuidad, usando incluso los mismos lugares; y ello, con el mayor de los respetos y atención, como quien se hermanaba con el pasado, y sentía de alguna manera los espíritus de los antepasados guanches rondando por el lugar, y hasta sintiéndose uno faycán o lo que es lo mismo: sacerdote (siéndolo doblemente). Y en ello, nada de sincretismo, pues por cuanto venimos diciendo -y muchísimo más que nos queda- en todo ello, no había sino una continuidad, de aquella primera presencia cristiana en el continente, y que se adelantó a los castellanos y otros.
Pues, volvamos al Bentayga, para disfrutar de un lugar fortificado, con una muralla que lo circunda, que ya fuera esto Ávila, y todo el turismo pasaría por allí para verla y contemplarla, pues parece la quilla de un enorme barco, para al margen de grabados, piedras horadadas tipo huevo, las cazoletas, cuevas, enterramientos, etc., hacen del lugar un centro de gran espiritualidad, y cual bandera de esta isla, que no hay otra mejor. Lástima hayan duplicado un camino de piedra al existente y de los guanches, por donde el de tierra o teso, y que nadie lo pisa, por ser un suplicio, y un destroza músculos...
En el lugar, se pueden ver las huellas de Pedro de Vera, y los restos de los que aguantaron tres meses de asedio...
Pero, no es este el único santuario, y cuales nuestras catedrales o mejores templos, asombra la perfección de sus obras, ya sean los canalillos, las cazoletas, las cuevas, las paredes, etc,. estamos ciertamente, ante un pueblo, que a través de la belleza -doctrina de Agustín de Hipona, como buen platónico- los guanches recogieron, y a través de tanta y tan rara armonía, seguro, se acercaban más y mejor a Dios, al que ellos en esta isla, llamaban Acorán (en las otras: Achamán, Abora...[donde predomina y se mantiene la misma raíz, y repetición de ambas sílabas del sonido “a” y “a”...
El Padre Báez, que siempre siguió, la ruta de los guanches, pisando sus pisadas, y emulando sus ritos, cual memoria colectiva...
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