No han comenzado, y ya les estoy dando palos, y no con el bastón de mando, aún por estrenar, sino palos de gajos de ramos secos, por lo que han dicho (mejor, por lo que no han dicho). Veamos:
(lo que han dicho): A todos se les han llenado las bocas -algunos bocazas-, diciendo -y han empezado mintiendo o engañando- que van a crear puestos de trabajo, que van a erradicar el paro, y bla, bla, bla...
(lo que no han dicho): Que, para crear trabajo, no hay otro camino ni salida, que abrir el campo, y para ello hay que derogar las medidas, normas, preceptos, leyes, etc., de Medio Ambiente que atenaza al campo, donde no se puede tocar ¡ni una retama!
Por si alguien no entiende lo anterior: el trabajo lo da la tierra y los animales; es decir, arando, sorribando, cavando, surcando, plantando, regando, segando, asulfatando, estercolando, matando yerba, podando, injertando, etc., etc. (la tierra); y, cuidando, abrevando, apoyando, arigonando, pastoreando, llevando al macho, herrando, etc., etc. (a los animales).
Y sobran ya a estas alturas, antes que sea más tarde y después imposible, dejarse de cursos, de cursillos y otras yerbas, y poner cuadrillas de aspirantes a salir del paro, detrás de los pocos sabios que quedan, que aunque analfabetos que fueran, si tienen más de sesenta años, y se han dado a la tierra desde niños, son más que doctores en agricultura y ganadería, son –digo yrepito- sabios.
Y, mientras no “ahiga” un alcalde que mande al campo, sin más: no se sale de la crisis, ni del paro, y no se crea trabajo (y si lo crean, serán trabajos sin producción, por tanto para mayor desgracia, al fin: ni dinero en sueldos, ni resultado alguno en ello; por eso: campo (animales y tierra), y el fruto ¡de inmediato: leche, queso, suero, cuajos, carne, pieles (cueros), estiércol..., y por el ,otro lado (o área): papas, coles, millo, calabazas, etc., etc.!
Y al cabildo (que mientras no deje de plantar pinos, no lo volveré a escribir con mayúscula), tampoco plante acebuches, viñátigos, fayas, madroños, y toda esa basura de reforestación; que reforesten, con: higueras, castañeros, nogales, cerezos, etc. (todos estos árboles frutales).
El Padre Báez, que ya ha detectado, el primer fallo de los nuevos alcaldes: ninguno de ellos habla de crear trabajo, diciendo hay que volver a la agricultura y a la ganadería (y sin estas, vamos a tener crisis, p´rato!).
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