¿Acaso están blindados, y pueden hacer lo que les vengan en gana, al margen (incluido) lo de las planchas de hierro en los yacimientos?
¿No sancionan los de cultura, con empleo y sueldo a los que tienen el deber y la obligación de cuidar del patrimonio?
¿No se abren expedientes disciplinarios, a los que no cumplen con fidelidad su cometido de proteger el patrimonio?
¿No cometen faltas muy graves, al permitir ¡el deterioro y la degradación de nuestro patrimonio, por su desidia y apatía?
¿Se mantienen los yacimientos en las condiciones adecuadas, debidamente protegidos, vigilados, señalizados, etc.?
¿Por qué hay material desconocido, desaparecido, ilocalizado, escondido, ocultado, tapado, pisado, emplanchado, etc.?
¿Se permite toda incidencia en los grabados, así como en otros yacimientos a su cuidado, donde vemos la mano de gamberros y depredadores impunes y de forma actualizada descomunalmente?
¿No se perjudica gravemente los yacimientos con el tratamiento o falta de estos en su protección y conservación?
El Padre Báez, que aunque tiene motivos para señalar más sanciones, lo deja en lo dicho, por no cansar, pero que el lector, seguro sabe y tiene más motivos para ello, pero..., ¡aquí, no pasa nada!
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