(267): CON LA ARQUEOLOGÍA, VIAJAMOS EN EL TIEMPO

   

    ¡Ese es el milagro de la arqueología! La ciencia que nos lleva al ayer. La ciencia situada bajo tierra. Materiales guardados en Museos. Estanterías mudas que gritan. Siempre las mismas caras mirándonos. Y así, desde entonces..., esperando investigaciones. Cráneos, que guardan secretos petrificados, fosilizados...

    Nos muestran lo que han extraído de las entrañas de la tierra, y que cual relicario, ella guardó estos tesoros, ahora descubiertos, -¡y tanto por descubrir!-, gracias a arqueólogos, que han peinado y barrido la tierra, y justo es reconocerlo, aunque no lo hayan hecho bien del todo. Que sobran como sabemos -por de pronto- esas dichosas planchas de hierro (corten).

    Habría que urgir, a las personas privadas, que guardan sus propias colecciones, para un mayor enriquecimiento y aportes de nuevos y desconocidos datos o muestras y pruebas. No en vano, se tratan de piezas de incalculable valor, que habría que recuperar para bien y disfrute de todos.

   Los canarios, deben conocer su propia ascendencia e Historia; y para ello, es necesario que esa riqueza dispersa, de antes de la llegada de los castellanos y otros, teníamos y tenemos. Que es inmenso el número de piezas, tanto para el ajuar de los guanches, como objetos religiosos y de decoración, por citar dos. ¡Y qué decir de los grabados, con formas humanas y otros!

    Contamos también, como queda ya señalado, una gran cantidad de cerámica, con piezas estrellas diversas; cráneos y momias, etc., pero no está, ni tenemos todo lo que deberíamos tener.

   El Padre Báez, que para que tengamos una muestra más amplia y completa posible, hace un llamado para que cuantos tengan retenido en sus casas piezas de los guanches, las devuelvan; pues nos pertenece a todos, y nada de los guanches, es privado o de uso decorativo particular