4.500 alumnos marchan a la universidad, más larga del mundo, la de las palmas de gran canaria, pero es la última de espakistania, y nada nos han dicho si se puede o no hacer queso con la leche de tabaibas, aunque nos tienen recetas de ballenas muertas, para matar el hambre, pues ¡qué pena!, que de esos 4.500 alumnos universitariados, y que irán al paro, 4.000, no se hubieran ido al campo. No de botellón, sino 2.000 con un cabresto, y los otros 2.000 con una “asada”, mientras que los 500 más torpes se quedaran entre las aulas en idas y venidas, celebraciones mil, y repitiendo hasta cansarse y dejarlo.
Pues, que los de la “asada”, teniendo por profesores a los hombres ancianos y sabios del campo, les enseñaran a cultivar; mientras que los del cabresto, cada uno con una becerra amarrada por entre los cuernos, bien por el pescuezo, o por la pata, o tal vez arigonada, aprendieran a cuidar de un animal. Y así, resuelto el problema de la crisis, porque 2.000 produciendo papas y otras hortalizas, y los otros 2.000 ordeñando ubres de animales, tendríamos olvidadas las leches de asturias, de holanda y del canadá. Pero, se nos van todos a estudiar, ¡y esa es nuestra desgracia!
Y es que, para que haya un equilibrio, deben estudiar los que tienen talento y capacidad y quieran de verdad resolver problemas a la sociedad -porque si solo buscan el bien personal, ¡malo, malo, malo!- y es que si todos se dan a los libros -¡si es que lo hacen!- y nadie al campo, seguirán siendo otros, los que atiendan las tierras y cuiden animales, para nosotros, y los nuestros universalizándose, que justo no da comida, sino paro y hambre, y aumentan la crisis, al gastar tanto y no producir nada.
La universidad de aquí, con sus puertas abiertas, para que entre toda clase de burros, mientras que el campo que también está abierto, a él no entra ningún inteligente, que será el que resuelva y ayude a resolver esta crisis, que irá para muy, pero que muy de largo, y si no: “¡al medir, contaremos!” Los de la universidad se han adaptado a los estudios europeos, y nosotros, no nos adaptamos a los africanos. Escasos 20 días para matricularse en la uni; mientras que en el campo, los plazos no acaban nunca, solo que cuanto más tarde, más difícil, porque habrán menos “profesores”.
En la universa, de aquí igual que los de la EEES (Espacio Europeo Educación Superior), hay tres modalidades (igual que las del campo): primer grado, máster y doctorado. Los del campo: papatero, boyero (no confundir con los que hacen bollos de harina, sino de bueyes) y mercadillero. La preinscripción para Tafira, la puede hacer el candidato por línea wed y en Gran Canaria en el registro general del nuevo edificio de servicios administrativos, c/. camino real de san roque, ¿sabe, no?, pues: ¡ahí mismo! Pero, si se quiere matricular en el campo, bien sea en el agro, como en el zoo, puede dirigirse a la primera finca que vea plantada de algo, o a la primera alpendre o cuadra, corral o rebaño que vea en el campo o ciudad, y de inmediato, lo aceptan sin condiciones: puede alimentarse de lo que producen, llevarse un regalito diario a casa, y antes de un año, ya tiene el grado, en el segundo ya es máster, y en el tercero:doctor (y con los años: sabio) y se puede independizar, y: ¡¡¡adiós a la crisis!!!
El año pasado un 96, 16 % aprobaron el ingreso en la univérsitas; en el campo se aprueba al 100 %.
El Padre Báez, que una vez más -¡y lo que te rondaré morena!- les dice a todos, que para salir de la crisis (paro, hambre, suicidios, delincuencia, enfermedades psíquicas, etc.), hay que regresar, volver, dar marcha atrás y recuperar la agricultura y la ganadería, y si no: ¡tiempo al tiempo!
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