Basta con salir un poco al campo, o revolver un poco de tierra, para que de inmediato, aparezca por doquier, material arqueológico, en forma de trozos de cerámicas, huesos, conchas, restos de casas, cuevas, grabados, etc., etc. ¿Cuándo va a ser de interés para nuestro patrimonio: se mime, se cuide, se avise, se proteja, se investigue, se excave, se tome nota, se declare BIC, se valle, se...
Estamos perdiendo páginas de nuestra Historia, y en el mayor de los casos, ignorándola, por no “leerla”, y rescatarla de esa inmensa biblioteca, que es la tierra, donde se guarda -nunca mejor dicho- envuelta en el polvo. Seguro estoy, se formarían más equipos que los que existen de fútbol, de arqueólogos, amigos de la Historia -que guiados-, busquen y exploren estos materiales guanches, datados en casi -o sin casi- de XIX o XX siglos de existencia, cuando no más, ¡seguro!
Sigo creyendo, es un deber y obligación, fomentar la actividad en torno a los yacimientos, para buscar lo que los mismos guardan o esconden. Creo además, que el patrimonio, el museo, la universidad, el cabildo, el gobierno, los ajuntas y mientos, los empresarios, los de la cultura, etc., debieran patrocinar esta actividad, que elevaría nuestro nivel cultural y aprecio a lo nuestro, a la par que se reforzaría nuestra identidad.
¿Por qué ese desinterés, en conocer nuestras raíces, nuestra verdadera cultura (¡la mas grande y mayor del mundo, por darla a conocer!). ¿por qué mantener en el olvido y como desaparecido tan rico e importante patrimonio?, ¿algún interés oculto en que esto no se toque y nos mareen con tres yacimientos, y siempre los mismos (destrozados)?
¿Quién sabe algo -o nada- de dónde se trabaja ahora mismo, en estos asuntos?, ¿dónde se mueve tierra arqueológicamente?, ¿acaso no están mal vallados con unos plásticos rojos o color butano antiguo, sin más por aquí, y por allá? Y sin embargo, hay materia o material para muchos años, y más que ralentizados, estamos parados, en estos menesteres de la verdadera cultura (¡la Historia!).
Allá por el sur de Maspalomas, almacenados en dos naves, un cuarto de siglo llevan ya los restos humanos, en sus nichos, en un deterioro sin parangón, sin que el turismo ni nadie se beneficie de su visionado, justo lo que van a ver en Egipto. Lo tenemos y no lo mostramos, pero ¡esta es otra! Son muchos nuestro males, al respecto. Hay que, ponerse las pilas: priorizar..., ¡y empezar!
El Padre Báez, que detrás del material, ve cómo en ello, no se cuenta nuestra Historia, que anda desaparecida, hasta el siglo XV; porque después de esta fecha, como que lo tenemos más o menos claro, pero de ahí para atrás, los hay que ni el abc.
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