(265): LA ARQUEOLOGÍA ABANDONA LOS GRABADOS

  

    A pesar de las muchas y reiteradas denuncias acerca del descuido y abandono total de cara a protección alguna a nuestro rico patrimonio en grabados, éstos aparecen pot todas partes rayados, sobreescritos, manchados, y hasta casi desparecidos, por leyendas superposiciones, cual si de paples sucios se tratara, sin caer nadie en al cuenta, que en algo semejante, como puede ser un Museo de pintura, a nadie se le permite rayar o escribir algo sobre un Murillo, Velázquez o Greco –por citar a tres-, que son inmensamente inferiores en valor artístico a lo que nos dejaron los guanches.

    Ni siqueira me atrevo a citar lugares, para preservar lo poco que queda o lo que queda en el estado que está, para que no emperore, ues sabido es, que está todo al alcance de cualquier desalmado, que quiera hacer el estropicio que deses, sin que ningún ostáculo le impida llevar su delito (porque es un delito penado y castigado, pero que no se aplica, por más que el autor del daño, deje su nombre y dirección).

    Da la imporesión, que nada interesa lo que esos grabados representan, por mñas que no se sepa descifrar, pero que el furturo bien pudiera cuando la filología alcance esos conocimeintos ahora desconocidos, pero que de seguir el deterioro, nada se podrá saber sobre sus contenidos, y mñas parece sea interesada esa activida, ara acabar con todo sentimiento de nacionalismo identitario o independentista, que se apoye en taes manifestaciones artísiticas, que desaparecen y se las estropea con total impunidad.

    Piensese en Tindaya, y como por un negocio del cual no habla y esconden trás un presumible y presunto “arte”, se cargan los podomorfos y potras manifestaciones en dicah montaña sagrada, sin respeto ni reparo alguno. Y la cosa es más que grave, ciuando un servidor es testigo –y así lo he denucnciado por televisión, durante dos años, cada semana, y por internet, y diversas emisoras de radio, que hay grabados que han desparecido, materialmente, al quedar suprimidos, sin soporte, etc.

    Tal es la situación,que a boca llena, hay que decir y gritar: el abandono es total. Y clama al cielo, no hya culturra política y desde la misma, nada se haga para preservar para el futuro, lo que todavía, aunque muy deteriorado podemos contemplar. Dineros y partidas para cosas muy secundarias y hasta para lo mñas absurdo e impensable, pero que nada dan para algo tan prioritario como el aptrimonio arqueológico e histórico. Y de hacer algo, solo piensan en centros d einterpretación, que poco o nada favorece al yacimiento, sino todo lo contrario: ayudan a dañarlo d eforma ficial y oficiosa.

    Declarados hay bienes (BIC), que pasan por la misma o peor suerte, sin que nada frenea los depredadores de lo arqueológico, fruto de unaincultura magnaífica, que no arecia por ignorancia, lo que no tienen precio, pues raya con el infinito. Todos y mas viggilando al campesino por si se roza con una retama, pero nadie cuidando d elos yacimientos, y ests en el mayor d elso abandonos. Pues, ni hay guardia, ni se prepara a las nuevas generaciones en el respeto a lo nuestro del ayer, y sin protección de vaya o plastificado alguno, qe impide reimprimier sobre la piedra garbados del presente, que si tienen más de 50 años, ya forman parte –dicen- del patrrimonio (?).

    Garbacioes y fotografías en las que he mostrado, lo que en apretado resumen presento ene ste comentario, donde se aprecia lo mñás alvaje yvandálico que se ueda imaginar en torno a nuestros preciados y preciosos grabados. rabados hubieron que ya no están porque sencilamente, han desparecido. Y kientras nos hablan en colegiso y escuelas, isntitutos y unioversidades de aquí, del arte en españa o Egipto, pero nada de aquí (las siete islas).

    Pero lo pero de todo es: que los hayan emperretados en ver en los guanches, un mundo de estrellas, una magia inesistente en unos antiguos cristianos llegados al archipiñelago, que no ven en los abos de las cabras como ropa en los antropomorfos, sino sexo y pubis en lso triánguls, sin ver en ellos, a la santísima Trinidad, divulgando inesactitudes, y confundiendo al personal de forma descarada e interesada, sin más base que la pura fantasía e imaginación.

    El Padre Báez, que da un uevo aviso acerca del descuido y deterior, por alta de interes en preservar lo mejor de nuestro patrimonio: los garbados guanches (¡únicos y excepcionales en el mundo!.)