Los canarii que vinieron, fueron los más inteligentes, que huyendo de algún mal, o buscando vida mejor, se vinieron. Por no ser los más tontos y torpes supieron hacer frente a las dificultades de su origen, y a las adversidades y contratiempos de unas islas no pobladas, y que tuvieron que volverlas: habitables, cultivar, edificar, legislar, etc. Que no eran unos salvajes, unos aborígenes, unos primitivos, sino hijos de su tiempo, cuando y donde la cultura (filosofía y Religión)brillaron como nunca antes, ni después; y a las que no eran ajenos los canarii.
Hoy como entonces, de África, huyen y vienen los más jóvenes, los mejores preparados, los más arriesgados, los universitarios, y así sucedió entonces (y aquí, cuando los nuestros emigraron a la América latina y a otras partes), y ahora; que conocedores de la cultura ambiental, sabían del cristianismo como religión que se expandía por el Imperio Romano, al cual pertenecían (o eran limítrofes), tanto al norte, como este, oeste e interior del África de su tiempo, y la asumieron y practicaron.
Esa condición de gente bien arriesgada, astuta, inteligente y sabia -que perduró en el tiempo y aún sigue- lo captaron muy bien los normandos con esa famosa frase, acerca de ellos de los que dijeron son los “más inteligentes del mundo” conocido entonces, y ahora. Por tanto, no les iba a ser ajena, aquella corriente de siglos atrás en el continente, corriente que lo impregnaba todo de las enseñanzas de Jesús.
Precisamente por ello, los canarii venidos después de Cristo, fueron los primeros evangelizadores de sus propios hermanos, venidos antes de Cristo; si bien los castellanos ampliaron y actualizaron lo que mantenían como gran tesoro: la fe católica, sin modificar nada en lo esencial, pues la mantenían con total pulcritud y fidelidad, si bien adaptada a las circunstancias y lugar como a sus propios estilos de vida, formando una Iglesia (la Iglesia Canarii [o canaria] o Guanche) particular, dentro de la Iglesia universal (o católica).
Noticias de las las Canarias y de sus habitantes, hay recogidas en sendos libros en cada siglo de la Historia, con lo cual no es cierto se hable de “re-descubrimiento”, cuando toda Europa y el mundo conocido entonces, sabía de la presencia o estadía de los canarii en las islas, a las que ellos mismos, les dieron su propio nombre de origen.
También en los que quedaron atrás, persistía el recuerdo -propio en los beduinos-, y contarían lo de: “... nuestros antepasados, marcharon a unas islas en el atlántico, donde se asentaron y “colonizaron”, mil años atrás (más o menos, y según), y gracias a las cabras que se llevaron, viven, se visten y comen...” todo ello cual credo profano, que en cuanto al otro, seguían la Religión universal o católica, entonces, como ahora, ellos y nosotros.
El Padre Báez, que continúa mirando hacia atrás, para recomponer la Historia que nunca antes fue contada.
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