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Desproteja el cabildo lo que tiene protegido...

... y ello, sencillamente, porque donde dicen proteger algo, es mentira, no hay nada que proteger, a no ser que sean las tabaibas, que por otra parte, las tenemos hasta en las sopas, y no son endémicas. Y puesto que todo este hacer o facer -en castellano antiguo, en latín y en francés- es en base a unas supuestas  plantas o flores inexistentes, y de solo existencia mental o imaginativa, y como señuelo para camelar y engañar a europa, con unos endemismos que no existen (y si sí: ¿quién los ha visto?).

Un servidor que durante 36 años en los meses de Agosto de ese periodo con miles y miles de jóvenes paseó, escaló, transitó, senderismó, alpinimó, pateó, golisnió, visitó, miró, escudriñó, etc., etc., y nada vio que no fueran tabaibas, incluida la gigante de un metro de diámetro en su tronco y ocho de ramaje y de altura superior a los cuatro metros, ocupando unos más de no sé cuantos metros cuadrados (ver mi libro “Alma Guanche”), y en su base y entorno las conchas restos de la alimentación de los guanches; y dado que nada hay que proteger, ¿por qué, y cuándo la desprotección, para que las cabras puedan volver o seguir allí, como desde siempre fue durante más de veinte (20) siglos (¡más)?; ¡seguro que dos o tres antes de Cristo! Ya es hora se desmonte ese castillo en el aire, que demos por acabada la protección, porque si no hay nada que proteger -y si lo hay que lo muestren en prensa escrita o televisada, donde se pueda ver, y no sea importada, sino en el lugar y lo comprobemos, hecho imposible éste, porque donde no hay nada, nada se puede sacar. Y matándose el perro se acabó la rabia, es decir en cuanto se vea nada hay que proteger, ¿hay razón alguna para que toda esa media isla sea protegida?

El Padre Báez, que con cabras o sin cabras -¡ellas volverán a su ambiente, poco a poco y con el tiempo- se desproteja todo ese enorme espacio, dado que es una falacia, una mentira, una utopía, una tomadura de pelo, un engaño a Europa, y es que no  hay, nada que proteger; les doy mi palabra, y pido la prueba (no de una foto sin referencia, ni me vale una flor de plástico), pido me lleven, les acompaño, y si existe, que la vean mis ojos, y un servidor como testigo. Es decir, todo este lío, en base a una mentira: no existe otro endemismo en la zona, que no sean las propias y mismas cabras, y son a estas a las que hay (habría) que proteger.

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A la Virgen -Madre de todos y de Dios-, la flor más hermosa, en su mes, el mes de las flores, una rosa blanca, color de su pureza.

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“... nos engañan y no son sinceros...” (1Jn. 1, 1-10). / “... la tierra hace brotar hierba para los ganados, y forraje...” (salmo 103). / “... no fiarse de los jefes...” (salmo 117).