nos dan...

Nos dan lecciones los matacabras...

... acerca de cómo plantar almendros, y ellos, los del cabildo nos plantan pinos. ¡Hay que ser cínicos, que del griego, significa perrunos! Y de ahí viene la palabra can o perro. Planten ustedes (lo del ente o institución): almendros, higueras, olivos, nogales..., y no almácigos, viñátigos, sabinas, cedros...

Y nos dan un curso para enseñarnos que la almendra se pone en el suelo con la punta hacia arriba a unos diez centímetros del suelo, y esperando un par de meses tienes un almendro, y para esta simple enseñanza u operación, nos dan un curso. ¿Un curso? Sí, un curso. Hay que ser del género tonto. Coja usted una puñada de almendras, escarbe un pisco la tierra, deposite allí la almendra, y la tapa, y ni agua ni nada. Ya ella sale por sí misma, sin más. Y si cae la almendra del árbol, y nadie la coge, hasta sin ser enterrada echa su raíz en el suelo, y el cabildo, para tan difícil operación, ¡nos oferta un curso! Y después multa por plantarlo en zona protegida donde solo pueden crecer las protegidas tabaibas y otras basuras, o por no pedir permiso. ¿Acaso plantan ellos un solo almendro? Pues, ¿no dijo la ex-alcaldesa de Artenara (Guacimara Medina), en su día, eran plantas invasoras?, ¿en qué quedamos? ¡Ay Dios! Pues, les voy a dar el curso, en los renglones que siguen: Coja usted, una puñada de almendras, tantas como quiera plantar, con cáscara o sin ellas, si las pone en remojo antes, se hinchan, se ablandan y salen antes, abra escarbando un poco de tierra, y póngala con la punta hacia arriba, como ya les indique´, ¡y ya está!; eche un poco de tierra, hágale un gorito por si llueve o la riega, y ¡punto! Ya solo tiene que esperar a un mes más o menos y ¡un nuevo almendro! Elija que sea dulce, mollar, de tamaño grande, o amargas para injertarlas después, póngalas a una distancia prudencial, que no se molesten (entre dos metros de separación más o menos). Los almendros silvestres están hasta más cerca, unos de los otros; el suelo no necesita sino humedad o un chorrito de agua, y directamente -a no ser que las quiera plantar antes en bolsas y luego replantarlas, pero eso a gusto y discreción del plantador-, yo (un servidor) siempre lo hago directamente, y las dejo ya en su sitio, sin trasplante; ya sabe, de hoyo, ¡nada!: basta rascar un poco el suelo y depositar allí -tapándolo después-, nunca más de cuatro dedos de tierra encima. Como le puede comer las hojas algún animal ¡alguna cabra libre o suelta!, póngale el goro típico con dos cañas, casi es de secano y si prende bien no necesita riego, tampoco precisa abono, sino solo tierra y algo de humedad al principio, que después se desarrolla al secano y entre piedras y toscas. Y por supuesto, ¡ni se le ocurra podarlo!, es árbol libre. Y ya está, pronto echa la madrugadora flor entre todas las flores, y ya el rico fruto, que seco es una delicia. Y ahórrese hacer curso alguno, es para tontos o retrasados mentales; no se me idiotice: siga mis recomendaciones y tendrá usted un plantío de almendros, siempre y cuando el miedoambiente no te multe por arrancar alguna tabaiba donde los plantó, o un almendro, que si te cogen, ¡te desgracian!

El Padre Báez, ahorrándoles un curso del cabildo donde te comen el tarro, al explicarte cosas de cajón, cual si algo científico y universitario y cosa de “técnicos” fuera. Almendros nacen de las almendras caídas del árbol que no son recogidas, sin más, ¿y te dan un curso? ¿Acaso los plantan ellos, por algún lado? ¿Dónde? ¡Si solo plantan pinos, y ahora les han dado por los cedros, y sabinas (antes por los viñátigos y los acebiños [cual si estuviéramos en Galicia])!, son; la caraba. Un curso para plantar almendras. Jajajaja... Y encima matan las cabras porque dicen se comen los pinos. ¡Hay que joderse!, ¿Qué las cabras comen pinos?, entonces no habría uno, ¡y los tenemos por millones! Y cabras libres hubieron siempre, y mucho más que ahora, ¡muchísimo más!

Nota 1.- no se le ocurra regar con sol al almendro, su hoja es muy sensible y si mojada le da el sol, lo seca (al menos la rama u hojas mojadas).

Nota 2.- La charla-conferencia impartida por Isidro Santana León y un servidor en Utiaca (San Mateo), llenó y rebosó el enorme salón, con gente de pie y fuera, sobre las cabras que mata el cabildo y la nula producción en agricultura. No es para resumir más de dos horas de encuentro. Nosotros, también dimos lecciones (difícil resumir contenido y participación).

Nota 3.- Toda vez se acercan las elecciones, a casi dos meses vistas, para no perder más votos, el cabildo ahora no pega ningún balido, pero pasadas las elecciones, ¡volverán los tiros! Por eso, no se dejen engañar, son como los zorros, se esconden para atacar de nuevo, por eso, piense la diferencia que hay entre votar y botar, y ponga en práctica y use con los tres del cabildo lo que convenga.

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A la Virgen -Madre de todos y de Dios-, la flor más hermosa, en su mes, el mes de las flores, una flor margarita silvestre, pues Ella fue mujer de campo, y seguro ayudó a su marido, a José a cogerle comida a las cabras, y entre tanta hierba las margaritas que seguro deshojaba con el sí y el no, y si al final le salía el no (a Dios), hacía trampas, y lo suyo fue siempre un sí a todo, a todos, al Todo.

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“... estad alerta...” (1 P. 5, 8-9).