hasta en...

Hasta en la oración (rezos), tengo a las cabras...

... y no tengo ningún esfuerzo en demostrarlo, y está bien a la vista, cómo dos veces al día, acompaño mis comentarios con textos bíblicos y de la patrística, y son ellos, emanados del Oficio Divino u horas canónicas que todo cristiano debiera rezar, como hacen -copiándonos- cinco veces al día el islam o los mahometanos, que reza uno: Maitines, Laudes, Hora Intermedia, Vísperas y Completas -entre otras devociones, la Santa Misa, el Rosario, etc.-, y saca uno de la mismísima Palabra de Dios -en la mayoría de los casos- textos, versículos e ideas apropiadas a la labor que llevo en defensa de las cabras, con lo que mi mensaje, tiene algo de trascendencia y de divinidad.

Nunca quise revelar este asunto, pero es que está tan a la vista, que cualquiera pudiera preguntarse: ¿y de dónde saca todas estas citas el Padre Báez? R/. Simple y llanamente del rezo de cada día: cojo de los tres rezos primeros para el primer envío de cada día, y de los dos últimos para el del fin de la jornada, y así apoyándome en la mismísima Palabra de Dios, hago esta defensa de lo que el mismo Dios creó (las cabras ^y como pudiéramos ver en el Génesis: “... y vio Dios que era bueno lo creado...”), y que el hombre -en este caso el cabildo- intenta por todos los medios acabar con tan maravillosa creación divina. Y conste que mayoritariamente las citas están sacadas casi de un solo libro de la Biblia (me refiero al libro de los Salmos), que de ahondar por otros libros sagrados, pudieran ser abrumadoras las citas; piénsese, si de un solo Libro Sagrado, sale tanto, ¿qué no sucedería si anduviéramos por los largos 70 otros libros restantes? Pues que desde el mismísimo Cielo –es un decir-, nos viene  la defensa de las cabras, a la que un servidor, tímidamente se acerca.

El Padre Báez, despejando de dónde ese arcano de riqueza en cuantos citas de color verde que son esperanzas, con el amarillo de la luz, que arrojan los libros o pasajes (versículos) citados: fruto de la oración, en la que están siempre presentes mis, nuestras cabras. Un servidor reza con ellas, y el cabildo las condena a muerte, si bien por mor de las elecciones, se toman un descanso, para volver con más fuerza después (¡no se dejen engañar por este silencio!, que es síntoma de una vuelta más ruidosa, una vez se haya hecho el cómputo de las urnas).

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Un detalle que se agradece y que a mi vez agradezco, por afinidad, fraternidad, magisterio, cercanía, apoyo, felicitación, paciencia en leerme, reconocimiento, delicadeza, detalle, etc.:

Mil gracias por tu amable atención a mi cordial comunicado.

Con mi mejor afecto y admiración por tu perseverante labor en todo lo que crees como bien común.

A la buena tarde,

Juan Antonio Santamaría Alonso – Sacerdote.

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“... que cambie nuestra suerte...” (salmo 125). / “... en vano vigilan...” (salmo 126). / “... todos los seres... de la tierra...” (Col 1, 12-20). / “... mantén mi corazón entero...” (salmo 85).