Su verdadero nombre es “cabra
montés”...
(importante:
lean la invitación al final del comentario)
... ni salvaje (porque aquí no existe ese tipo de
cabras), ni asilvestrada, porque no se asilvestra, y en todo caso, “cabra
libre”, pero con mayor precisión aún si cabe, lo que me ha dicho en esa visita
domiciliaria a ese matrimonio de feligreses, que mayores y con dificultades para
seguir asistiendo a las Misas y reuniones parroquiales, como las de Cáritas y
otras, hablando de mi programa, y comentando el tema de las cabras, salen a
relucir -estamos en Lomo Magullo (en casa de don Juan y doña Maruca) y me dicen
que esas cabras allá en Amurga, se las llamaban “cabra montés porque se iban al
monte”.
Y razón tiene el refrán cuando dice: “nunca te acostarás sin saber algo
nuevo”. Y en este caso, ya se enteraran los del cabildo y dejen la
majadería y mentira de llamarlas de forma inapropiada y sin ajustarse a la
verdad, que uno, ha puesto en circulación el calificativo -que muchos siguen
(incluso ya hasta por parte de muchos de los del cabildo- de “cabras libres”, y
mira por dónde, que hablando de esas mismas cabras, me entero que entonces,
puesto que esto siempre ha existido, a las que se escapaban y se iban al monte,
fueron -y deben ser llamadas- “cabras monteses”, o en su singular
“cabra montés”, puesto que si se van
al monte, eso es lo más adecuado, o con mayor propiedad; que si se van al risco,
“cabras enriscadas”, pero nunca salvajes (salvajes los que las
matan), porque es algo que no se ajusta a verdad, pues siguen siendo
cabras domésticas, cabras que se han ido al monte o al risco, y de ahí una
denominación más acorde, y sin inventar, sino rescatando de los mayores la
terminología propia.
El Padre Báez, que se alegra de aportar esta nueva y ya
clásica o antigua denominación de las cabras que se han ido de por libre a los
riscos, o al monte; y en este caso no vienen de tecnicismos o de técnicos o
especialistas de universidad y de oficina; que, ¡bueno es andar entre gente del
campo!, que son los verdaderos sabios, de los que tenemos que aprender mucho o
todo, y referente a las cabras, lo del “zapatero a tus zapatos”, que de
cabras nos hablen los que las tuvieron, hasta tres en casa -como el caso
citado-, por no poder tener una vaca, que eso suponía un escalafón social de un
rango mayor, o lo que se decía antes, un hombre rico, frente al pobre, y de ahí
lo de la cabra es la vaca del
pobre.
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“... ¿quién
podrá resistir?...” (salmo 121).
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Habida cuenta todavía están a tiempo, tomen nota, por si
les apetece:
Invitación.- Por ser mañana Domingo, cuantas personas quieran
acompañarnos en la grabación para el miércoles en Mírame-Tv, a las 9,45 -para salir a las 10,00- estén en mi casa
(Santa Rita de Cassia, 54 –Jinámar), para partir repartiéndonos en los coches
que vengan. Toda vez vamos también a grabar el Tagoror Rojo, entre Tasartico y
GuGuy, y hay cierta dificultad, aconsejo a personas no dadas a la marcha por
laderas, montañas y riscos se abstengan. Iremos despacio, estaremos todo el día
y es imprescindible llevar: almuerzo, agua, calzado y ropa adecuada o propia.
Iremos haciendo algunas paradas de interés
arqueológico.
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