una preguna...

Una pregunta al cabildo, y a ver quién me contesta...

... mira, que viene uno luchando por mantenerse en la única dirección de las cabras, sin salirme de este esquema, por más que son muchos los que me piden abra el abanico y denuncie otros temas, pero no quiero, para no relajar al cabildo y así, de forma constante y reiterada andar con las cabras cual pesadilla, hasta que acaben con todas (ellos), o en su defensa y sigan como siempre donde están (un servidor, pues no es lo mío lucha de un día como hacen otros), pero toda vez lo que les voy a contar clama al cielo, clama justicia, clama investigación, clama...

es por lo que abro este paréntesis, sin olvidar el tema de las cabras, que de Teror y de Firgas va el asunto, y si lo prefieren de Firgas y de Teror, y no precisamente en tema con relación a las cabras -como ya he dicho-, sino del agua, pues, que como es de todos sabidos, andan sendos camiones repartidores de ambas aguas, con las diferencias pertinentes del logo de cada cual, y ello, con gran diferencia -por lo que les voy a contar- que, a una pobre gente, que dueños del agua de Firgas, se quitan el personal de encima, toda vez son autónomos, dan el agua a contratados, que sufren las de san Quintín, suben escaleras, las bajan, van, vienen, pasan, llevan cargadas botellas y garrafas en esos pobres hombros, con el fin de obtener con que poner en las mesas de sus casas y familias algo más que el agua para comer, y henos aquí, en una flota de camiones viejos, en un ir y venir por carreteras y pueblos, calles y barrios, campos y descampados, ciudad y capital, y ahora viene lo bueno: Se ha observado de forma reiterada y constatada, que la guardia civil de tráfico, tan pronto ven venir, aún a lo lejos, a uno de estos camiones del Agua de Firgas, ya lo están parando, y ¡claro, ya se sabe!, al que menos 12.000,00 euros de multa, con lo que: ¿trabajar para quién?; pero es, que esto, es lo de menos, que ahora, ahora viene mi pregunta: ¿por qué solo y a todos los camiones del Agua de Firgas, y no te paran ni a uno solo de los del Agua de Teror? No, no quiero yo decir, que como Juan  de dios, es el consejero de eso, pueeeeeeeeeeees -presuntamente digo- ¿tiene algo que ver? Y si fuera un sí lo que presumo, sin afirmar (solo que me salió un balido de cabra): ¿no hay una inspección a la Guadia Civil de Tráfico, por los Guardias de anticorrupción o de investigación para que averigüen la razón y motivos de esta flagrante discriminación?, ¿por qué esa distinción de a unos sí, y a los otros no (siendo como son dos empresas del mismo gremio, pero de distintos dueños, en el que uno de ellos está en el Gobierno del cabildo, y no huele esto mal? ¿No es eso tráfico de influencia?, ¿no es eso corrupción?; pero, ¿y va a quedar esto impune?, ¿no hay quien investigue esto? ¿No dimite nadie? Un servidor, una vez más prestando la voz a los que no la tienen pero, ¿y me responderá el cabildo? Si de cientos y miles de escritos sobre las cabras, no me ha dicho nada, sino cerrar Míreme –Tv para Gáldar del mismo color político (verde claro) porque tengo ahí un programa, dudo que en este caso haya respuesta, pero al menos que la gente lo sepa. Hay discriminación respecto a las multas, dicen que nunca se vio un camión de Aguas de Teror siendo multado, mientas que los de Firgas, fijo, y ello en el pesado por llevar una botella de agua de más, es decir, por un kilo (litro) de más, ¡multa que te pego!

El Padre Báez, que ha abierto este paréntesis sin renunciar a las cabras, a cuyo tema me vuelvo de inmediato, ya en el siguiente, y siguientes comentarios sigo con mis cabritas. Lo de ahora, una excepción, porque la cosa es más que grave y está quedando impunemente, cuando la justicia debiera meterles mano ya, pero..., es lo que tenemos: favoritismo, amiguismo, partidismo, etc., etc. ¡corrupción pura y dura!, sin más.

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“... llamamos dichosos a los que tuvieron constancia...” (St. 6, 9-12). / “... escribo, por tanta terquedad...” (Mc.  10, 1-12). / “... nadie informa de lo que va a pasar... un hombre domina a otro para su mal... hay honrados a los que les toca la suerte de los malvados... no se puede averiguar lo que hacen...” (Qo. 8, 5 – 9, 10). / “... estoy agotado de gritar... de tanto aguardar... no escuchan, desprecian...” (salmo 68). / “... no hay bienestar...” (Jr. 14, 17-21). / “... en el confiábamos y nos ha defraudado... nos desprecia... son una banda de malhechores...” (salmo 21). / “... justicia sin distinción alguna...” (Rm. 3, 21-22a).