las cabras...

Las cabras están en peligro de extinción...

... es lo poco que nos queda. Habían en mi infancia y juventud, vacas por todas partes con toros y becerros, novillas y yuntas. Había caballos de paseo, de acarreo, de carreras, de lujo, de carga, etc. No faltaban los burros, burras,  mulos y mulas, yeguas, y hasta caballos enanos, y de circo. Teníamos toda clase de animales, y las cabras triplicaban el número de habitantes, pero con creces, que me quedo corto, según y dónde.

Había cerdos, cochinos, marranos, puercos, sucios, guarros, gorrinos. Se tenía gallinas, pollos, gallos, palomas, y demás, en base a tener huevos, carne, caldo para la recién parida, y había toda clase de animales, y desgraciadamente nos van quedando serpientes, víboras, culebras, gatos y perros, y las tres cabras libres que nos quedaban, el cabildo aún estando a punto de extinguirse y desaparecer, una raza única y excepcional, las matan con tal de poner la mano para que Bruselas les pongan un puñado de euros ensangrentados. Medio siglo atrás el arca de Noé en cada casa;  ahora, perros y nada más. Y a las que debieran proteger, dan la orden de matarlas, bien apañándolas -se mueren de inmediato- o echándoles tiros de gracia unos andaluces olivareros de Granada.

El Padre Báez, que recuerda, atravesando la isla a las afueras de Artenara, pregunté a un lugareño -de esto hace ya unos treinta (30) años-, le pregunté: ¿cuántas vacas creía él podría haber en el pueblo?, a lo que me contestó: Hasta hace poco, habían más de 300, ahora no creo pasen de 3 (las contó, y dijo: uno que tenía dos, otro que tenía una y no sabía de nadie más), al presente ya, no queda ninguna, y las cabras que quedan frente al lugar citado (Tamadaba), les pegan tiros de exterminio. Algo irracional e incomprensible, una locura o demencia fatal, propia de esquizofrénicos y por tanto debieran estar en manos de psiquiatras antes que al frente de una institución que llevará de por vida el sobrenombre de “matacabras” (“el cabildo matacabras”).

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“... discuten... procurando convencer... pero el público reaccionó...” (Hch.18, 1-8). / “... no saben de qué hablan... discutían... estamos tristes...” (Jn. 16, 16-20). / “... hijos del diablo: todo el que no obra  la justicia...” (1Jn. 3, 1-10).  / “... los refinados tormentos de los crueles perseguidores...” (de los sermones de san León Magno, papa). / “... oímos insultos e injurias... que se nos vienen encima...” (salmo 43). / “... hostigan, atacan, acosan, discuten y planean, espían, acechan, atentan...” (salmo 55). / “... pasa la calamidad...” (salmo 56).