Ya no somos canarios, sino
tabaiberos...
“... el suelo
echa sus brotes... y hace brotar sus semillas...” (Is 61)./ “... ignorantes,
¿cuándo discurriréis?...” (salmo 83)./ ”... aceptó la leche de las ovejas y se
vistió con su lana...” (del obispo canario [canarii] san Agustín de Hipona, en un
sermón suyo sobre los pastores)./ “... sean sensatos... los que rigen la
tierra...” (salmo 2).
... no crecemos en economía, no nos sostenemos. Nuestros
políticos, están distraídos, despistados..., no ven el destrozo en el que nos ha
metido europa. Nada producimos (salvo parados). Ya, solo existe lo macro
económico; todo ha desaparecido. Nos han vuelto al revés la vida; no nos
sostenemos. Y no se lucha contra la crisis. Vivimos en depresión (no solo
psicológica, sino económica también).
La lucha contra el paro es de palabra y
echando balones fuera, sin coger el toro por los cuernos e ir al grano (en doble
sentido). Para crecer, hay que producir (y no es que sea baja nuestra
productividad, es que no producimos nada). Políticos ineptos no saben cómo
sacarnos del atolladero, sino con falacias. Solo progresa la crisis, que va a
más, y no para de subir. Europa pierde fuego (fuerza), se tambalea. Somos y
estamos débiles. Y nada se reforma, ni se da marcha atrás. Nada cambia, sino a
peor todo. Se ha derivado el poder a los Bancos. Nadie gestiona. Crece la
desigualdad. No hay desarrollo. Nada se hace para salir de donde estamos, lo
cual nos llevará a situaciones aún peores. Solo funciona la macroeconomía.
Europa debe cambiar. No solo no nos recuperamos sino que será mayor todavía la
crisis. No quieren ver la solución. Nada se mantiene del pasado; no hay dinero.
Sin reformas, no tenemos futuro. Hay algo a eliminar (y sobra decirlo). Nuestra
dependencia es total. Hay que bajar de lo global a lo doméstico, ¡ya! No cabe
otra recuperación posible. Con la sola austeridad, no vamos a ningún lado, sino
a alargar la cuestión. Hay que volver, regresar, ir atrás. Solo demandamos, sin
ofertar nada. Todo lo importamos; nada exportamos. ¿Qué expectativa de vida le
queda a europa?; si no cambia..., resquebrajada ha quedado y está, con el hacer
de Grecia. Su futuro, no va a ser mucho (salvo que cambie radicalmente). Estamos
en una crisis que no nos deja; esto, se desestabiliza. Y nada se reforma o
cambia; todo sigue igual. Hace falta reducir la globalización y aumentar lo
local. Necesitamos libertad (y todo es prohibición). Que no nos piensen desde
fuera y se nos impongan sus criterios. Tenemos respuestas. Nos frenan con el
medioambiente, a la par que el resto se acelera o desarrolla. Nos faltan
gestores que solucionen todo esto que aquí -y ahora- solo apunto. El poder no
puede venir de fuera, y ha de resurgir nuestro propio
poder...
El Padre Báez.
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158. En las condiciones
actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades y cada vez son más
las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos, el principio
del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible
consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por
los más pobres. Esta opción implica sacar las consecuencias del destino común
de los bienes de la tierra, pero, como he intentado expresar en la
Exhortación apostólica Evangelio Gaudio
[123], exige contemplar ante todo la inmensa dignidad del pobre a la luz
de las más hondas convicciones creyentes. Basta mirar la realidad para entender
que esta opción hoy es una exigencia ética fundamental para la realización
efectiva del bien común.
V. Justicia entre las
generaciones
159. La noción
de bien común incorpora también a las generaciones futuras. Las crisis
económicas internacionales han mostrado con crudeza los efectos dañinos que trae
aparejado el desconocimiento de un destino común, del cual no pueden ser
excluidos quienes vienen detrás de nosotros. Ya no puede hablarse de desarrollo sostenible
sin una solidaridad intergeneracional. Cuando pensamos en la situación en
que se deja el planeta a las generaciones futuras, entramos en otra lógica, la
del don gratuito que recibimos y comunicamos. Si la tierra nos es donada, ya no podemos
pensar sólo desde un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el
beneficio individual. No estamos hablando de una actitud opcional, sino de
una cuestión básica de justicia, ya que la tierra que recibimos pertenece
también a los que vendrán. Los Obispos de Portugal han
exhortado a asumir este deber de justicia: «El ambiente se sitúa en la lógica de
la recepción. Es un préstamo que cada generación recibe y debe transmitir a la
generación siguiente»[124]. Una ecología integral posee esa mirada
amplia.
(del obispo de Roma, el papa
Francisco en su encíclica LAUDATO
SI).
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Mis amigos, como ustedes
pueden comprobar, un servidor, recibe de todo. He aquí un ejemplo, que por mi
parte no comento, y solo se lo muestro y concluyan ustedes si le falta o no
razón, con cita bíblica incluida, que es Palabra de Dios; y en ello, el amigo me
imita, cosa que es de agradecer:
“Eclesiastés: 11, 26: “... no admitirás a cualquiera en
tu casa...” y 11, 34: “... y te la revolverán...”.
Después de abrirles la puerta
alegremente, dijo doña Merkel:"... nos
cambiarán y queremos que el cambio sea positivo." ¿Será el rigorismo
islámico parte de nuestra cotidianeidad? ¿El valor de la persona como ser único
e individual desaparecerá en la sumisión? Ya en muchos lugares podemos apreciar
ciertos complejos de su influencia: no se ponen belenes ni se da bocadillos de
chóped a los niños para no molestar a la
morisma.
Los mismos que fueron a recibirles con "wellcome refugees" son los que
saludaban las "Primaveras Árabes"
¿Lamentarán sus insensateces? NO. Son muchos los europeos que viven muy bien de
la solidaridad y el cuento no gubernamental, aprovechándose de una ola de
buenismo que recorre el Viejo Continente. Dichos PROFESIONALES de la piedad
tienen una cierta ojeriza y algo más a instituciones como "Amor al Prójimo", de
la que el Padre Báez es miembro y partícipe directo GRATIS ET
AMORE.
Usted y yo (o yo y Usted ) no lo veremos,
Deo gratias, pero en la próxima generación (20 -25 años) surgirá la cuestión
identitaria. El ser humano ES en sociedad. Y nosotros no somos, ni estamos, ni
parecemos en la Umma. Puede estar seguro de que exigirán su alícuota parte del
Poder y la gloria. De hecho ya "pillan" algo: no se reconocen las
raíces cristianas de Europa en su Constitución.
Hasta otra, saludos y
que tenga suerte en su reentré televisiva”.
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