Contra las tabaibas nada,
nadie...
“... prepara los trigales...”
(Sal 64).
... ¡vamos, yo (un servidor) solo! Mientras, el cambio
filosófico (de ideas o pensamiento), el cambio político (de seriedad a
barriobajero), el cambio económico (de economía brillante a ruina total), el
cambio social (de vida bucólica y feliz a la miseria). Y la cosa no revierte; al
contrario, se agudiza. La crisis no acaba. Hay nombres de políticos, que más
vale no citar. Pero de todo esto,
tenemos padres. Nos deformaron y nos cerraron (y así seguimos). Nos
transformaron. Caímos.
Murió la tradición (¡la mataron!). Bailan la yenca: izquierda-derecha... Sin mercado,
no hay economía. Sobra regulación y normativa que no frena y asfixia. Ni
gobierno, ni mercado generan recursos. Pasa el tiempo. Inestabilidad. Y, en
lugar de micro economía, nos globalizaron, ¡y estas tenemos, y en ellas andamos!
Así, es imposible atravesar fronteras (sí de afuera hacia dentro, que nos
arruinan y matan). Importamos todo. Decrecemos (no crecemos). Compramos, no
vendemos. Los bancos nos hipotecaron (con engaños). Nos hicimos dependientes de
la banca, y lo estamos pagando muy caro. Así, no se creció (no se crece con
préstamos). Solo tenemos deudas. Los bancos crecieron. Nosotros, sin
actividad comercial. Los bancos se
fusionaron (para más oprimirnos), con más fuerza. También ellos han perdido.
Ganamos en ignorancia. Nos absorvieron. Nada vendemos (pues, nada producimos).
El mercado interior ha desaparecido; el que existe, no es nuestro. Pues, ¿qué
producimos?; ¿quién trabaja? Cada vez, somos más y más frágiles. Nada innovamos,
ni siquiera intelectualmente (ejemplo, la llamada clase política), ¿cuántos
licenciados o doctores en algo? Sí, en simplonería y en tú más que yo. Nuestros políticos,
desconocen (no conocen, no saben). Solo cacarean (parecen gallos de pelea, sin
más). Como prostitutas (me disculpen), de piernas abiertas, solo nos entran
productos de fuera, nos venden de todo. Información y comunicación no existe,
salvo la de sobre, encima y debajo del futbol a todas horas y en todos los
medios. ¿Nos vamos a innovar así? Pero, si padecemos fijación mayúscula e
inamovible. El intelecto universitario, brilla por su ausencia, como complemento
irracional y mutismo total. ¡Si al menos produjéramos algo!, ya que no tenemos
talento; también nos falta gobierno... La tradición decrece. Lo nuevo, no
aparece. Solo tenemos y hay desajustes varios. Sin capital. Fracaso. Quedamos
sin cimientos, sin protección. Somos muy vulnerables. Se nos fugan los talentos.
Perdemos titulización. No nos expandimos (¡o sí!). Estamos (sin frío)
congelados...
El Padre Báez.
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P.D.-
Contra la
tabaiba…
… cabe hacer un frente común.
Debemos unir nuestras fuerzas, para ganar esta lucha del cabildo contra los
campesinos. Hay que erradicar la tabaiba del territorio cultivable y de
pastoreo. De no conseguirlo, estamos perdidos. Deberíamos comprometernos todos
en ello. El campesino debe tener libertad, para moverse por su tierra y
limpiarla de maleza y cultivar sin permiso y sin control para ello. Actualmente,
las actuaciones de los agentes del cabildo pueden ser consideradas sin más de
criminales. No poder explotar la ganadería y la agricultura, es un crimen contra
los isleños. Estamos condenados dos millones de habitantes a comer basura que
nos traen de fuera. Esto es vivir sin las condiciones normales, ya que nos
degrada en varios sentidos. Y lo malo es que embobados con el balón cesto y
otros juegos, nada vemos de esto; toleramos los abusos violentos que se producen
en el campo y que atentan y ofenden la dignidad del campesino. Se está
consiguiendo que el campesino se desarraigue del campo, y sea esclavo de vicios
y fiestas (carnaval sin fin, fútbol a toda hora del día y noche, etc.). Nadie
que intente hacer algo está libre de ser multado. Nada se extrae ya de la
tierra, y de los animales. Nos engañan con leyes y normas de fuera. Nos obligan
a no hacer nada. Nos callan, sin voz...
El Padre
Báez.
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184. Cuando aparecen eventuales riesgos para el ambiente
que afecten al bien común presente y futuro, esta situación exige «que las
decisiones se basen en una comparación entre los riesgos y los beneficios
hipotéticos que comporta cada decisión alternativa posible»[131]. Esto vale sobre todo si un proyecto puede producir un
incremento de utilización de recursos naturales, de emisiones o vertidos, de
generación de residuos, o una modificación significativa en el paisaje, en el
hábitat de especies protegidas o en un espacio público. Algunos proyectos, no suficientemente
analizados, pueden afectar profundamente la calidad de vida de un lugar debido a
cuestiones tan diversas entre sí como una contaminación acústica no
prevista, la reducción de la amplitud visual, la pérdida de valores culturales, los
efectos del uso de energía nuclear. La cultura consumista, que da prioridad al
corto plazo y al interés privado, puede alentar trámites demasiado rápidos o
consentir el ocultamiento de información.
185. En toda discusión acerca
de un emprendimiento, una serie de preguntas deberían plantearse en orden a
discernir si aportará a un verdadero desarrollo integral: ¿Para qué? ¿Por qué?
¿Dónde? ¿Cuándo? ¿De qué manera? ¿Para quién? ¿Cuáles son los riesgos? ¿A qué
costo? ¿Quién paga los costos y cómo lo hará? En este examen hay cuestiones que
deben tener prioridad. Por ejemplo, sabemos que el agua es un recurso escaso e
indispensable y es un derecho fundamental que condiciona el ejercicio de otros
derechos humanos. Eso es indudable y supera todo análisis de impacto ambiental
de una región.
(del obispo de Roma, el papa
Francisco, en una de sus encíclicas, la LAUDATO
SI).
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