Hablando de turistas, había uno –inglés- que decía: “mi no entender”. Tampoco un servidor entiende, que el voto, según sea en una u otra isla tenga un valor distinto. Pues, les vengo hoy, a hablar sobre las próximas elecciones, y puesto que los políticos, lo más bajo de la sociedad, lo peor valorado, por mafiosos, corruptos, mentirosos, etc., están calentando motores, es por lo que debemos estar al loro, que diría el otro, para exigir con tiempo, pongan las cosas en claro, o nadie vaya a votar, salvo ellos mismos y sus familias.
Que no es de recibo, y es algo incomprensible y no cabe en cabeza humana, que si un voto es un voto, por qué un voto según sea la isla puede valer hasta veinte votos, votando solo uno. ¿Ud. lo entiende? Pues yo, tampoco. Veamos: pasa, que si esto es así y así lo es: esto será cualquier otra cosa -tiene nombre- pero no es democracia; esto es mentira.Y es mentira, porque lo que tenemos y es, esto es una partitocracia. Es decir, los partidos ven en ello donde meter mano y engañan al pueblo y se aprovechan del silencio de los corderos o borregos que somos.
De modo que si vivo en esta isla mi voto vale uno; pero, si vivo en la otra puede valer hasta veinte, ¡pero esto es tercermundismo del más barata y absurdo! ¿Por qué el voto no tiene el mismo valor aquí que en la otra isla?, ¿qué razón hay para que el voto cambie de valor según se sea de aquí o de allá? Aquí, debe haber trampa y cartón. No es de recibo, el pueblo acepte este desmadre, y uno valga uno; y uno valga veinte dependiendo de la isla que se sea o esté. ¡No señor!
Ahora comprendo por qué siempre son los mismos, los que se mantienen y repiten, por más que sean y tengan setenta años o los ronden, justo cuando las facultades andan mermadas, y solo se ha crecido en maldad y corrupción. De esta manera, nunca gana la mayoría, por más que de por medio estén los pactos. Tenemos una democracia de nombre, pero que no es real, sino inflada, y tanto que de democracia nada y de partitocracia todo. ¡Y ya está bien!
A ver si este pueblo despierta y sale del letargo de un carnaval sin fin y de una droga partidista, que nos mal gobierna y bien se corrompe. Por otra parte, es ya viejo, y no es mía la frase: “cada persona un voto”; eso fuera de aquí, que aquí un voto son veinte, si Ud. es de otra isla. Ya es hora también que los camaleones viejos en la política, se retiren y con asombro vemos, cómo regresan y no para cambiar nada, sino para que todo siga igual; no se le da paso a los jóvenes sino al botellón, al sexo, y al carnaval, a una vida nocturna para que duerman de día y no les molesten; ni trabajo, ni estudio, sino droga y fiestas.
Y mientras, ellos no se presentan en listas abiertas, para votar a la persona, sino al partido tras el cual se esconden. Solo te abren listas para el Senado, que es a donde nada importa, al ser una institución que nada hace y para nada sirve, sino para premiar a los cocodrilos viejos que se retiran y vayan allí a recordar sus batallitas y logros, y sean una burla, y así los premian con comidas, viajes y hoteles gratis y encima les pagan, por nada, y para nada; sin embargo no se presentan en listas abiertas, porque no saldría ni uno de los que son siempre los mismos, y repiten y repiten más que los ajos.
De tal forma y manera, que si no puedo votar a quien yo quiera, no debo ir a votar, y si les merezco alguna consideración, un servidor mis amigos, les pide: que mientras no igualen el voto en las islas, y mientras no abran las listas para votar a las personas, que yo creo lo van a hacer bien, y no al que ellos –corruptos y lo peor visto por la sociedad- me presenten. No me merecen confianza alguna, y encima mi voto vale veinte veces menos que el de otro igual que yo y canario como yo. No y mil veces no; esto debe cambiar, y si no, por favor, para hacer un bien a nuestros hijos y esto cambie ya: no vayan a votar, a nadie.
Porque de seguir las cosas así, ellos ya lo tienen amarrado, es decir el puesto seguro y todo será cuestión de pactos y siguen los mismos, como siempre, sin que haya cambio, por más que lo anuncien en sus mítines. El verdadero cambio ha de ser, que ellos igualen el valor del voto, por una parte; y por la otra, que dejen presentarse y se presenten listas abiertas y no las confeccionadas por ellos, que son los mismos corruptos y los de siempre. De esta manera, algunos jóvenes se presentarán, y mandarán de vacaciones a estos inútiles que nos han traído a las que tenemos: sin ganadería, sin agricultura, todo de pinos y estudiando a tortugas y ballenas.
Ningún joven debiera votar, tampoco los mayores; este pueblo debe despertar del letargo en el que nos tienen sumidos; que nadie vote, si no se dan las dos condiciones dadas o dichas; saben que de lo prometido, no cumplen nada, se van a pasar cuatro años más discutiendo entre ellos y ofendiéndose, como gentuza de baja ralea. Son mala hierba que hay que arrancar y tirar, ¡que pase aire nuevo! Que esto es vivir peor que en la dictadura mil veces, que luego pactan entre ellos: Pesoe, PePe y Coca. Menos mal que NC desaparece, ¡ya hay uno menos!
Pues a no votar hasta que las cosas sean sensatas, justas, democráticas... es decir: cada persona un voto y voto a quien yo creo y quiero, no al que me impongan unos mangantes corruptos. Por favor, no los escuchen: mienten, y no deben ser votados; deben ser echados (o botados, que quiere decir: “expulsados”, “quitados”, “eliminados”, etc., de la política, a ver si ésta se regenera y se limpia.
El Padre Báez, que les pide por favor: no voten a estos indeseables, corruptos y amorales, sin ética, sin principios, criminales, ladrones, etc., etc.
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