No, no es que me vaya a meter a cocinero, ¡ni mucho menos! Aunque a decir verdad, desde que murió mi madre y estoy solo en cas, si cocino como, y si no, me quedo sin comer; y aunque nada sofisticado, lo de una tortilla, un caldo papas, otro de garbanzos con acelgas (que para eso las cultivo), el gazpacho es muy saludable y muy fácil de hacer y poco más, pero ¿para qué más?
Que si vengo hoy con este tema, es por la respuesta –una entre tantas- que tuve, sobre mi comentario sobre los “Jaramagos, no confundir con Saramago”, que dicho sea de paso, me hizo mucha gracia, y por eso, lo traigo a colación –nunca mejor dicho lo de “colación”, pues que me envía el correo, termina con humor, y antes, da unas cuantas pinceladas, que valen la pena conocer.
Lógicamente, mantendré el anonimato, salvo que en un posterior comentario suyo, o llamada telefónica, me lo permita, pero en todo caso, creo, es lo de menos importancia, aunque también la tiene saber de quien viene; que en este caso, es –me lo parece- mejor saber lo que dice, y dice mucho y bueno. ¡Es la única compensación que tienen uno por estos comentarios dobles de cada día, que de vez en cuando alguien te apoya, y te lo dice! Es gratificante.
Pues, vaya tomando papel y lápiz, para que apunte los ingredientes, y la forma de preparar los dos nuevos paltos que nos ofrece tan amable señor, metido en la cocina, después de que recientemente –no llega a un mes- se quedara viudo (cosa que también ya hacía antes, como un servidor, excepcionalmente).
Pero, antes de la receta en si, les pondré en situación, contando parte de lo que mi amable comunicante me cuenta o dice, que como entremés –hablando de comida- como que hasta vienen bien, para abrir boca o apetito.
Por de pronto, ya llama la atención, te pida lo que te pide, y siempre se pidió, aunque se ha dejado mucho de pedir: Me dice:
- ¡Buenas tardes padre, y la bendición de Dios! Luego añade, lo que sigue:
- Pues eso, otro dicho, lo del caldo...
- Pues eso, otro dicho, lo del caldo...
Y, viene y me cuenta:
- El sábado por la mañana, me fui para Tenteniguada con mi primo, a pasar el fín de semana, para despejar la cabeza y pedir alguna disculpa, por algún disparate de todo estos días de tensión, en los que casi perdí la cabeza.
Mi buen amigo, creyente y por tanto practicante de su y nuestra rreligión, me cuenta que:
- En la tarde, fuimos a Misa allí con D. Jorge (otro loco, de amor por Dios, que es el del prójimo) Ya al día siguiente, mi buen hombre, sigue su periplo y...:
- Y en la mañana de hoy, fuimos a San Mateo a comprar. Vi unos hermosos y tiernos jaramagos y también pencas, que se me saltaban los ojos. Pero, ¿para que, si ya no está mi esposa?Y di media vuelta.
- Y en la mañana de hoy, fuimos a San Mateo a comprar. Vi unos hermosos y tiernos jaramagos y también pencas, que se me saltaban los ojos. Pero, ¿para que, si ya no está mi esposa?Y di media vuelta.
Para colmo, cuando llega a su casa y se encuentra, con...:
- Ahora llego a casa, y ¡toma los jaramagos del padre Báez! Bueno... efectivamente son muy ricos, Xxxxxxa Xxxxa le ponía alguna costilla salada de cerdo (“desalada”), porque así se lo explicó mi madrecita y, REPETÍAMOS... con su gofito de millo del país y quesito tierno. ¡Si señor!
A lo que va y añade:
- He oído decir, que hay restaurantes que, en su tiempo, los tienen en la carta, con una gran aceptación. ¡Pura naturaleza!
- He oído decir, que hay restaurantes que, en su tiempo, los tienen en la carta, con una gran aceptación. ¡Pura naturaleza!
Y ahora, viene lo bueno; lo anterior, ha sido como prolegómenos, o comienzos de lo que viene ahora, y que fue por lo que me decidí poner en conocimiento de los que me leen este correo, tan singular, como interesante. repito, por lo que vienen a continuación:
- Se me ocurre que por eso de la cocina de investigación, tan de moda, alguien pruebe a ver a qué sabe y qué propiedades organolépticas tendría un potaje, guiso o fritura de pinocha, y un postre de arroz con leche de tabaiba dulce. ¡De repente nos forramos..!, "porque ... pinos y tabaibas... no nos han de faltar".
Se despide mi amigo, como –más o menos había comenzado-, con el saludo de los cristianos:
- La Paz del Señor.
- La Paz del Señor.
Por mi parte, nada tengo que añadir; creo, que si lo hiciera, lo echaba a perder. Simplemente recomiendo se tome buena nota, y ¡por Dios!, ni lo intente, pero a ver si algún político se entera, que lo que sobran, son pinochas (pinos) y tabaibas; que nos planten millo y papas.
El Padre Báez, que en esta ocasión, ha compartido con ustedes, este plato de buen gusto, como corresponde en época de crisis, de hambre, de miseria, de pobreza, de mendicidad..., ¡habiendo tanta tierra donde plantar, tanta agua con la que regar, y tanta gente parada!
PD: Otro amigo, me pone este otro correo, que dice:
Muchísimas gracias por la Receta Fernando, yo también tengo el mismo problema que tu, me he puesto las pilas a la hora de saber cocinar, no sabía nada de calderos...
El querer saber alguna cosa, poco a poco he realizado un Buen Recetario, aquí lo tienes, con un lenguaje de andar por casa, está sin terminar, está sin revisar con algunas faltas de ortografía, espero concluirlo en poco tiempo, creo que te puede ayudar, aquí te lo adjunto. Saludos Fernando.
- Y tantos otros, pero... ¡lo dejamos aquí ya!
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