Sabido es, que hay personalidades muy destacadas en el mundo de la arqueología, y que pasan desapercibidas para nosotros, al no acercárnosla. Sería una lista de personalidades, que irían pasando, para merecer ser la ciudad de la cultura que se pretende (esto, entre otras acciones).
De los nuestros, solo cabe, nos hablen del por qué de las planchas de hierro, y ante ese peligro, mejor que nada digan, no sea que acaben convenciéndonos, al creerse sus propias mentiras.
Que siendo muchos los profanos en la materia, está este pueblo necesitado de saber, y queremos saber, si los que están al frente de las excavaciones, proceden con rectitud y criterio, dado lo que han hecho y vemos. Son muchos los que en Atapuerca y Egipto trabajan y han trabajado, que bien nos pueden documentar sobre la materia.
Ya me gustaría entre tanto premiado por razones varias, alguna vez, caiga uno de estos galardones sobre algún arqueólogo, y así reconocer su valía, si es que la tiene, que alguno debe haber; y que por tal motivo, nos de una conferencia, y que se hable de nuestra historia, que profesores hay en la universidad.
¡Qué hermosos sería recoger material sobre conferencias, las charlas sobre aspectos arqueológicos, y que nos hablen del valor de los yacimientos! Hermosos sería también, que haya espacio en estos encuentros, para preguntar y opinar, preguntar y discutir, sobre lo nuestro, los proyectos, las planchas de hierro, la cultura guanche, el patrimonio, etc.
El Padre Báez, que sigue en el camino emprendido, y que no va a abandonar; lo que precede, no ha sido sino la salida o primeros pasos de una larga caminata, hasta que la arqueología brille con luz propia.
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