(180): ¿EXCAVAR SIEMPRE?

   
    No siempre, cree un servidor, es bueno excavar, toda vez que hay nuevos sistemas, que permiten al hacer las prospecciones, sin destruir. Me refiero, a sistemas o métodos, que sin excavar, se pueden obtener resultados, sin que para ello, como es tradicional, se destruya el yacimiento, con lo cual no se daña, ni se siguen restos desechables, tipo escombros, o simplemente residuos.

    Lo dicho conlleva explorar sin destruir, sin excavar. Se toman imágenes del subsuelo, y seleccionado de forma más efectiva, lo que se desea excavar (pero con información antes de hacerlo). Sería bueno, que los interesados en estos temas, consulte en intente, el tema georadar, y allí tendrá amplia y detallada información sobre este asunto.
    Se puede –pues- visualizar lo oculto; se ve, y se puede “leer” con bastante precisión lo que se pretende excavar. Se puede ir más allá de los rudimentos de la arqueología, al poder identificar previamente lo que se pretende acometer. Andamos, entre sondeos; y hay que echar mano de otro término, que es el de la magnetometría.
    Y así, antes de explorar, se puede describir, lo que hay como objeto de trabajo. Así que, tenemos nuevos conocimientos, nuevas técnicas, nuevas perspectivas de acercarnos a un yacimiento. Y a este fin, hay que preparar a técnicos, para no seguir haciendo daño al patrimonio, por seguir con técnicas y modelos en desuso y por tanto anticuados.
    En resumen: podemos llegar al interior del yacimiento, e ir más allá de lo que se ha ido con metodología un tanto arcaica (curiosamente, la arqueología [la ciencia de lo viejo], requiere modernidad). Hay que subirse al carro de la actualidad, que por si era  poco lo que esto supone, incluye hasta reducción en los gastos económicos en ello.
    Y, como no hay dos sin tres, animo al lector curioso, que vea lo que hay sobre el radar STREAM-X, y me ahorre exponerlo. Y, es que tenemos que innovarnos o morir; y como decía la zarzuela: “.. la ciencia avanza, una barbaridad, una barbaridad...”
    El Padre Báez, que siempre dijo: hay cosas, que mejor no tocarlas; que se espere al futuro, que nos deparará con nuevos métodos, más eficaces, más rápidos, más exactos, más económicos, más..., ¡de todo!