En California se han descubierto unos lugares arqueológicos: unos yacimientos, con piezas líticas (de piedra), pero con la peculiaridad que son de obsidiana. Lo cual quiere decir, que los guanches y aquellos indígenas, hicieron de este mineral, una actividad similar o semejante, de intercambio. Ambos pueblos, buscaron este valioso elemento dentro de cuevas-minas. En los dos casos, estos datos ayudan a documentar las respectivas historias, tanto en cuanto este sea un tema estudiado.
En nuestro caso, tenemos ahí, en La Aldea de San Nicolás (Los Hogarzales), con sus largas cuarentas minas-cuevas. Y tanto allá, como aquí, es claro y evidente, el intercambio de obsidiana, con otros lugares; ya que la obsidiana procedente de donde se extrajo, es la misma que se encuentra diseminada por todo el territorio circundante (lo cual denota toda una organización, y posterior distribución, como se hace en la actualidad, con cualquier producto). Habría –pues-, que estudiar el lugar de origen de la obsidiana y sus mineros (es decir, el lugar de la producción, y posterior traslado o transporte y cambio.
Aquellos, como los nuestros, vivían en cuevas, donde trabajaban la obsidiana, sin más ocupación que la de alimentarse y descansar en ellas. No obstante, no faltan restos de la actividad complementaria (altares, goros, paredes, círculos, tagoros, etc. [aquí, como allá]), al margen de huesos, conchas, cerámicas, etc.
La ceniza, también está presente, lo cual nos da la posibilidad de datar el tiempo en el que se hizo allí el fuego. Unos 2 mil años nos separan (o más) del presente. La longitud o profundidad de las cuevas-minas, varían pero las hay superiores a los treinta metros, y ésta es la medida término medio. y está demostrado, que con la obsidiana, hacían diferentes objetos.
Por supuesto, no habían guanches en California, pero sí unos indios, que hicieron lo mismo que aquí los guanches.
El Padre Báez, que recuerda lo de la Biblia: “... no hay nada nuevo, bajo el sol...” (les ahorro la cita, por si son laicistas, aconfesionales, ateos, indiferentes a lo religioso, respetuosos con el Islam, enemigos del cristianismo, etc., pues no quiere uno hacer proselitismo, sino informar sobre nuestra arqueología, y ¡mira por donde, que la obsidiana, nos une a los californianos y a los guanches!).
.
En nuestro caso, tenemos ahí, en La Aldea de San Nicolás (Los Hogarzales), con sus largas cuarentas minas-cuevas. Y tanto allá, como aquí, es claro y evidente, el intercambio de obsidiana, con otros lugares; ya que la obsidiana procedente de donde se extrajo, es la misma que se encuentra diseminada por todo el territorio circundante (lo cual denota toda una organización, y posterior distribución, como se hace en la actualidad, con cualquier producto). Habría –pues-, que estudiar el lugar de origen de la obsidiana y sus mineros (es decir, el lugar de la producción, y posterior traslado o transporte y cambio.
Aquellos, como los nuestros, vivían en cuevas, donde trabajaban la obsidiana, sin más ocupación que la de alimentarse y descansar en ellas. No obstante, no faltan restos de la actividad complementaria (altares, goros, paredes, círculos, tagoros, etc. [aquí, como allá]), al margen de huesos, conchas, cerámicas, etc.
La ceniza, también está presente, lo cual nos da la posibilidad de datar el tiempo en el que se hizo allí el fuego. Unos 2 mil años nos separan (o más) del presente. La longitud o profundidad de las cuevas-minas, varían pero las hay superiores a los treinta metros, y ésta es la medida término medio. y está demostrado, que con la obsidiana, hacían diferentes objetos.
Por supuesto, no habían guanches en California, pero sí unos indios, que hicieron lo mismo que aquí los guanches.
El Padre Báez, que recuerda lo de la Biblia: “... no hay nada nuevo, bajo el sol...” (les ahorro la cita, por si son laicistas, aconfesionales, ateos, indiferentes a lo religioso, respetuosos con el Islam, enemigos del cristianismo, etc., pues no quiere uno hacer proselitismo, sino informar sobre nuestra arqueología, y ¡mira por donde, que la obsidiana, nos une a los californianos y a los guanches!).
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario