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Se acercan las elecciones, y se nos presentarán una legión de ateos, a pedirnos el voto a los católicos, y henos aquí, en la incompatibilidad de la fe, con esos sistemas, que no cuentan con la fe.
Ellos, sin Dios, no tienen una moral, ni ética válida; ellos, sin religión, no tienen la visión de la Iglesia, ni sus valores.
Ellos, con su laicismo, ateísmo, indiferencia religiosa, van a gobernar, contra los principios de los gobernados. No entiendo cómo alguien creyente, puede votar a alguien contrario en todo por no ser creyente. No tendríamos sino repasar someramente las leyes emanadas de estos regímenes ateos, sin Dios, sin moral, sin valores, sin principios, sin Evangelio, para darnos cuenta, la diferencia de nuestro Credo a las del Partido, contra todo lo divino, religioso o eclesial.
No tenemos sino darnos cuenta el nulo valor que dan y prestan a la visita -por ejemplo del Papa- y el que la dan a cualquier papanatas, sin ejemplaridad alguna, sino con sus mentiras, corruptelas, inmoralidad, etc., para educarnos en lo que ellos "creen", viven y practican.
Una minoría, imponiendo sus criterios contra natura, contra todo a una inmensa mayoría, que conservan la fe y los buenas costumbres (mientras ellos, entre ellos compitiendo a ver quién lo hace más aberrante, prometiendo lo que no van a hacer y mintiendo cuales bellacos, sin fe.
Para ellos, todo vale, todo sin límite, todo vale –repito-, y con el cuento que son laicista y aconfesionales, dan entrada a auténticos desmanes. Para esta gente, bastante degenerada, solo vale lo material, de cejas arriba no ven sino sus propias ideas; es decir sin trascendencia alguna; ya vemos, cómo la persona, vale mierda para ellos, algo a extirpar y tirar, cual basura; han sustituido a Dios, por la ideología; al Papa, por el líder; y la Iglesia, por el Partido.
Sí, la "verdad" de esta pobre gente: ¿cómo la puede compatibilizar el creyente, y el votarles a ellos (contrario en todo -al 100 %- al Credo, a la fe, a Dios, a la Religión, a la Iglesia, a la espiritualidad?
Nuestra fe y sus mandamientos, Jesús y la Iglesia, nos prohíbe matar; si le damos el voto, matan con nuestro sí, y somos sus cómplices, y tenemos tanta culpa como ellos, por ayudarles.
¿A quién sigo -pues- a Jesús, o al ...ismo de turno que nos mal gobierna?, ¡pobre gente sin jóvenes -algunos treintañeros, hijos de sus padres- a par que con el Papa, y la Iglesia, por millones, en distintos encuentros y eventos, y en la normalidad de la vida, repartidos por las parroquias, movimientos cristianos, acción caritativa, voluntariado de Cáritas, etc., etc.!
Hago, un llamado, a los que defienden esas posturas contra la humanidad, contra la filosofía sana, contra Dios, para que -aunque sean ateos- no voten a sus correligionarios, dado el daño irreparable que hacen a los que están por venir, sus propios descendientes y en general los de los que engañados con promesas que nunca cumplen, les habrán arrancado un voto, que en coincidencia, no pueden ni deben dar a quienes defienden planteamientos diametralmente opuestos a los de los que creemos, y somos la inmensa mayoría.
El Padre Báez, que piensa en alta voz, dice lo que siente y lo comparte con quien quiera recibirlo.
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