AGRICULTURA, TURISMO, GANADERÍA.

   

 

    Enemigo de Canarias es, el político y periodista, que defienda al turismo y vea en él la solución a la economía y a la crisis. Hay que estar ciego, para no ver, que en épocas de vacas gordas, ya el turismo fue nuestra desgracia, toda vez que el turismo, se cargó la agricultura y  la ganadería. De hecho, antes y ahora: ¿quién comió del turismo?, ¿quién trabajó en el turismo? ¿dónde el boyero que hablara inglés, francés, alemán, sueco, húngaro, ruso, polaco, etc., etc.?, ¿dónde el papero que cambiara la finca por un hotel? Unos y otros, dejaron el campo, para ir a limpiar los retretes, es decir la mierda de los turistas, ¿y de eso y eso comía? Sí que comían 4 , pero no 2,000.000 de canarios o de gente venidas a Canarias. El turismo, nos trajo la pereza, el adulterio, el gandulismo, el ateísmo, etc., todos los males nos entraron con el turismo. El turismo, llenó de cemento el territorio, y vació el campo de trabajadores.

 

    Llevamos ya medio siglo de solo el cultivo, llamado turismo, y esa fruta ni se come, ni da comida (solo excrementos físicos y morales. Junto con los turistas, nos vinieron los inmigrantes, a la sombra de los turistas. Con el turismo, entró la corrupción política. El turismo, nos robó la costa. El turismo, terminó con la ganadería y la agricultura. El turismo, llenó Canarias de camas (para dormir, y para la prostitución). El turismo, nos arruinó. El turismo nos ha dado por el culo, por todos lados. El turismo, se ha cargado el paisaje. Y siguen haciendo más hoteles (¡es de locura!). El turismo, nos ha quitado el futuro.

 

    No tenemos agricultura, ni ganadería, ni pesca (pero sí un Consejero de todo eso, ¡y más!). Todo el mundo quiere ser policía o conseguir un uniforme de lo que sea, o meterse en la Administración. Como tenemos tantos cerebros, tenemos cuatro Universidades canarias (¡ja,ja, ja...!). Parados, ¡por un tubo! Y con éstas, nos dicen: la solución: ¡el turismo! ¿Qué turismo?, ¡ya no hay turistas, con esto de la crisis mundial, no hay turistas; no. Dicen (¡totorotas!), que tenemos: sol. Y te hablan de calidad, de mejoras, de más construcciones, de campos de golf, y se olvidan de los otros destinos, ¡mejores, en todo!, y sueñan en un turismo de primer orden (¡).

 

    Repito: el turismo, ha sido, es, y será: nuestra ruina. ¿De qué nos salva el turismo? El turismo, nos ha traído a donde estamos, y estamos..., ¿cómo estamos? Se dejó tomateros, por extranjeros; las papas, por las camas; las ovejas, por las suecas. Todo es inseguridad, y... ¡el turismo, es nuestra mayor maldición! Y todavía, los hay que quieren trabajar en limpiar eyaculaciones de los turistas.

 

    El Padre Báez, que próximos los mítines –ya están en campaña, y preparando programas- espera ver y oír a qué grupo, o partidos políticos, hablan de potenciar y primar el sector –que por algo se llama primario-, agrícola y ganadero, ya que es el único que nos va a dar de comer y trabajo (¡pero de inmediato!). Eso sí, antes ese mismo grupo o partido político, debe prometer que va a desaparecer toda protección, porque si esto no se desprotege, no se puede hacer absolutamente nada, y seguiremos viviendo del turismo, que cuando se solucione lo de Egipto y otros países de las revueltas y cambio de regímenes, los turistas, nos dirán adiós, y hasta otra revolución, y mientras aquí, como no nos traigan la comida –toda- de fuera, nos moriríamos de hambre (cada vez más cara y mala). Pues, ¡estas tenemos!