¿quién

¿Quién atacó? ¿Quiénes denuncian?...

... el cabildo atacó a las cabras, y ahora dicen que los atacados fueron ellos, ¿también con rifles?, ¿tal vez con piedras? ¿O fueron solo palabras al viento? Pues, ¡eso!, ¡echen balones fuera! Los atacadores dicen fueron atacados. ¡Lo que hay que leer y oír!

Aceptables el matar cabras, inaceptables gritar y protestar con educación y pacíficamente. Se hace daño a las cabras, y se las dejan heridas, y se las matan, pero los daños, ¿los hacen otros?, ¿cuáles?, ¿quiénes? No sé y pregunto. ¿No serían los mismos del miedoambiente los que pincharon los neumáticos y pusieron piedras, y candados (al fin, todo se sabrá; que no todos los del cabildo están de acuerdo con esa matanza?, ¡así vea los ojos de Dios, que conozco a varios!, pero...)?, ¿hay fotos de los actores de estos actos? No obstante no son comparables estos daños con el que se le hace a las cabras (ningún daño se justifica, ni hay que seguir a los matadores y sus refuerzos armados, sin violencia, pero no mudos, pues vivimos en libertad, y sin miedo). El cabildo, ¿solo defiende a sus trabajadores, y no al pueblo en masa que les grita no maten las cabras?

El Padre Báez, que ya lo dijo y lo repitió, hemos ganado una batalla, pero no la guerra. Y, si entre los matadores de cabras y el seprona, no se puede estar, se podrá estar a distancia, pero estar. Estar, que significa ser o existir. Que el pueblo, no desaparezca, como expectante de esa película de matanza de cabras, sin sentido, sin lógica, sin conocimiento, sin razón, sin...

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“... escuchen los gritos...” (salmo 144).