ese argumento

Ese argumento, no vale...

... me refiero al tú antes que yo, o yo después de ti. Si lo que tú hiciste está mal, no tengo por qué hacerlo yo, y si lo hago después de que lo hayas hecho tú, eso no me justifica la acción, pues desde niño oí aquello de “no porque todo el mundo se tire por un risco, me voy a tirar yo”; o lo de los borregos, ¿a dónde vas Vicente? ¡a donde va la gente! Soy responsable de mis actos, y no es nadie mi modelo; sé lo que tengo que hacer lo hagan o no los demás, y viene esta larga introducción, porque Brito, el de las cabras matadas (fínjanse que no le digo el matacabras), que le dice a Felipe, que eso de matar cabras también lo hicieron los suyos, y por tanto yo también puedo y debo hacerlo con los míos, ¡vamos como niños chicos mierda veo, mierda quiero, yo como él!

Y no, ese no es argumento, esas no son buenas razones, eso no es válido, porque todos roben ¿voy a robar yo? Porque tú las mataste antes sin posibilidad de reconocer el error, y cambiar, yo también las mato. ¡Y malo, cuando en esta sola excepción imito a un partido que se opone al mío, lo imito y copio, ¿por qué no en todo lo demás? Es que es un razonamiento menos que infantil, y resulta que nos gobiernan estas mentes, estas lumbreras, que argumentan de esta manera. ¡Qué pena!, ¡qué baja ha caído la clase política!, sin personalidad propia, y cuales vecinas, tú más que yo. Discutían dos talayeras (La Atalaya de Santa Brígida), y una le decía puta a la otra, pasa una amiga y le dice, dile reputa, antes que te lo diga ella, No, ese no es el procedimiento, ni justificación de lo que hago, simple y llanamente, porque tú también lo hacías; el mal no es imitable. Pero, si lo dicho no muestra el infantilismo, ahora viene lo mejor: de no matar las cabras con urgencia, es decir, ¡ya sin demora!, es porque está en grave riesgo perder la reforestación, que se la comen las cabras, según el mentado, las cabras acaban con la vida de lo verde o vegetal, ¡vaya batata cristiano! Lo de “cristiano” es un decir, que a lo mejor es..., no sé, si fuera budista o hinduista las cabras estarían libres; pero, ¡a saber!

El Padre Báez, asombrado ante los técnicos del cabildo, técnicos en matar cabras y en proteger lo que no existe, pues ¡vivan los técnicos (y como el del chiste mejicano, ¡que viva, pero que [no] viva lejos!)!

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“... no perdáis la calma...” (Jn. 14, 1-6). / “... durará poco tiempo...” (Ap. 17, 1-18). / “... los grandes no pueden subsistir sin los pequeños...” (de la carta de san Clemente primero, papa, a los Corintios). / “... las persiguen sin motivo...” (salmo 118). / “... afilan sus lenguas como serpientes, con veneno de víboras en los labios... hombres violentos... perversos... malvados...” (salmo 139).

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Todo el que quiera retirar ganado del Macizo del Noroeste, lo puede hacer. Sobre esta noticia y que la vengo adelantando desde hace algunos días, ya publicada en prensa, daremos más datos en siguientes comentarios, pero vaya por delante esta primicia.