Del comentario de dos
sacerdotes...
... el primero, esto es lo que me
dice:
Fernando, que tengas la paz del maestro Jesús. Dicen que
a mal tiempo buena cara... tú has sembrado y esa semilla tarde o temprano tendrá
vida. Tus escritos han ido ganando en presentación y en contenido donde se ve
que luchas por una causa más que justa, la de salvar lo que es nuestro, de
nuestra historia...,
te felicito por defender lo que es de nuestra tierra y
espero que tus aportaciones hayan hecho pensar a los que iban por otro camino. Y
en este campo de batalla no olvides el adagio latino: Non multa sed multum
(que
les traduzco, para los que no sepan latín: “no muchas cosas,
sino mucho”)... oye,
que no pierdas la paz que día a día nos regala el Maestro y reza por mí.,
Paco.
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Y el segundo esto es lo que me
pregunta:
¿Seguro que merece la pena
seguir con el TEMA ?...
Buena
jornada,
Juan Antonio Santamaría
Alonso – Sacerdote.
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Y contesto o respondo al segundo: ¿Qué si merece la pena
seguir con el tema? Véalo usted, hermano y profesor mío que fue en el Instituto
de mi adolescencia, que al día siguiente de parar la matanza de las cabras,
gracias a quien usted sabe, ponen una lista de 50 “expertos” -frente a 18.000
firmas entregadas y registradas, sin contar otras tantas- justificando la
matanza. ¿Es o no es comenzar a mentalizar al pueblo, para la siguiente batida?
Y curioso, que esos “expertos” sean o son todos enchufados al y del cabildo, y
ni uno solo es pastor o gente sabia del campo. ¿Hay o no hay que seguir con este
tema? ¡Eso es lo que quisieran en el ente o institución insular (ya hasta me
duele decir o escribir “cabildo”)!, que silencie este tema, para ellos volver a
las andadas, ¡que volverán, como las oscuras golondrinas!, ¡Vamos si volverán!,
como Dios que está en los cielo (en el Cielo). Por eso, sí, hay que seguir con
el Tema. Esto, no ha hecho sino empezar, estamos en los prolegómenos(o
comienzos). No se puede, ni se debe aflojar un punto, ¡Eso es lo que ellos
quisieran -repito-!, y cogernos a la zorrúa. No, no van a dar tan fácilmente el
brazo a torcer. Así que, desgraciadamente, de cierto y seguro, hay que seguir
dándoles leña, a ver si por fin, definitivamente cejan en el asunto de matar
nuestras cabras libres, a las que ellos, llaman salvajes (cuales si fueran
leones, tigres, lobos, o toros bravos; que son cabras mansas, pues no existen
las otras, sino que se van a su medio natural, y que son los riscos (donde falsa
e hipócritamente, engañando y robando a Bruselas, pretenden plantar cedros del
Líbano [¡cógelos Cuco]), pero conocen a sus amos, y los amos conocen a las suyas
como dijera Jesús, nuestro Dios y Señor, y así lo cuentan los santos
evangelios.
El Padre Báez, con un fraternal saludo su dos hermanos
en el sacerdocio, agradeciendo al primero (a Don Francisco Martel) cuanto de
bueno me dice, a quien va a seguir en la guerra, porque esto no ha sido sino una
batalla ganada, pero seguimos en el campo, y en guerra, y el enemigo se camufla
y hace sus planes para despistar y atacar de nuevo y de sorpresa, todo ha sido
una farsa para engañarnos, y si no; ¡tiempo al tiempo!, y como decía mi abuela
materna (Eulogia Cruz Monzón), “al medir
contaremos”.
Y, ¡mirar para
atrás, ni para tomar impulso!
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