No va a quedar, ¡ni una!...
... y me refiero a las cabras libres. Y ello, porque
cogerlas o apañarlas, gentes sin los medios del cabildo (¡que los tienen!), va a
ser algo más que imposible, y toda vez, agotada esta única posibilidad de salvar
a las cabras libres y matarlas así, pues es matarlas de otra forma (mueren si
las quitan de su medio o ambiente de libertad), van a morir -tanto si las apañan
(hecho imposible, repito), como si las dejan-,
toda vez, que han decidido acabar
con ellas, bien las matemos nosotros apañándolas -hecho imposible por las
condiciones y requisitos que exigen- como si no las apañamos, que entonces las
matan ellos, única solución, en lugar de dejarlas donde siempre han estado y
están (y deben seguir estando), y que si las matan (imposible matarlas a todas)-
siempre quedan algunas, que -gracias a Dios y a la propia naturaleza- las cabras
se reproducirán, más las que se vayan incorporando, según les es común, por
naturaleza y genética (siempre tirarán al risco), justo donde ni endemismos, ni
flores, ni nada, a no ser las (flores) de las tabaibas, beroles, tajinastes,
ahulagas y algina basura más (en decir de los pastores. Cfrse: a Miguelito el de
Caideros de Gáldar: “... ¡ todo eso es basura,
Padre!...”, y no hay ningún otro endemismo que se pueda preservar, pues
no los hay -es mentira la que dicen de una flor que nadie ha visto, sino ellos
en sueño, pues, ¿por qué no la graban y nos la muestran?-, salvo las mismas
cabras, que al reducirlas a tiros, quedan ellas como endémicas, siéndolo ya por
más que queden unas 400 olas que sean (difícil e imposible contarlas), siendo
éste el menor número de ellas, en toda la Historia de esta isla, según tradición
y siempre-siempre han estado, pues siempre han habido muchas más cabras libres
que al presente, reducidas al mínimo, ¡y quieren acabar con ellas, las únicas
endémicas o endemismos que nos quedan!
El Padre Báez, que a la reunión del Valle (mañana día 29
a las 20,00 horas en el Salón Social del Valle de Agaete), si no van el Brito y
el Morales -iré- pero no diré nada, como se lo acabo de manifestar a Don Pedro
Toledo:
Don Pedro, no hay
prohibición, sino agradecimiento por cuanta profusión y difusión de mis escritos
pueda hacer usted o cualquier otra persona o Medio, de eso se trata de difundir
lo más posible nuestra lucha. Lo que no me parece correcto, ni exacto, y sacado
de contexto, que se diga que retomo. ¡Nunca abandoné!, sino que tuve la
confianza de una solución, y me han engañado, solo frené e intenté llegar a un
acuerdo, pero veo que la otra parte, no cede ni un punto, y un servidor sigue en
la misma postura, porque aún cediendo a que las apañaran, sé -y es así- era una
falsa solución, habida cuenta que retirar las cabras todas de su hábitat al 100
% es imposible, y siempre dije y repito: las cabras, por mucho que las apañen
-confiando iban a dejar de matarlas- siempre volverán a su medio, y nunca
acabarían con todas, con lo cual, siempre estarán donde están aunque menos, pero
veo que no dan el brazo a torcer, y que las van a matar sí o sí, si este pueblo
lo permite y no se levanta en una revolución total, que es a lo que hay que
animar, y un servidor al frente, con animalistas o sin ellos, con SOS Cabras o
sin ellos, que siempre han pasado de un servidor, y por eso con ellos ni cuento,
salvo que si se suman ¡bien venidos sean! Pero no es cierto un servidor haya
tirado la toalla (ni hay forma o manera de probarlo, con escritos míos o
intervenciones en emisoras de radios y de televisión, ¿de dónde sale eso?) y la
vuelva a recoger; simplemente hubo una flexibilización -propia en todo diálogo,
para que haya un entendimiento, y di el primer paso- , por si podía haber un
encuentro y acuerdo, que es a lo que estamos advocados queramos o no. Veo
posturas irreconciliables, inamovibles, y hacia ambos lados se ha de virar la
balanza, para parar este genocidio. Un muy cordial saludo, y mañana estaremos
-si Dios quiere- en el Valle, aunque es muy posible un servidor diga, que ante
la ausencia de Brito y Morales -en caso que no estén- nada tengo que decir
(salvo repetir mi postura: dejen las cabras donde están, y no maten una más, y
apañarlas es matarlas porque se mueren)-, porque si no les llega lo que digo
-sino en diferido si es que les llega- mejor callar, y que den la cara los que
tienen que darla; pues es con ellos con los que hay que hablar. En mi caso, he
de hacer frente a situaciones parroquiales, y jamás se me ocurrió, mandar al
sacristán que me supla. Un muy cordial y afectuoso
saludo.
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