Que si la vaca muge, y es lo suyo: ¡multa que te pego!
Si el gato maúlla, y es lo propio, ¡multa que te pego!
Si la cabra bala, que es lo de ella, ¡multa que te pego!
Si el caballo relincha, que es lo de él, ¡multa que te pego!
Si tiene gallinas, quítele el gallo, porque si no: ¡multa que te pego!
Si todos los perros ladran, nadie te multa, son animales -como en la India las vacas- aquí divinos. No se les puede multar, tienen derecho a ladrar, aunque nadie pegue un ojo.
Si el cochino gruñe, ¡multa que te pego!, y es lo sabe hacer, sin más.
Si la rana croa, hay que multarlas también, aunque les sea connatural.
Es triste mis amigos, que la mejor sinfonía, la que cantan las granjas, con mirlos y otros pájaros, sea enmudecida por ordenanzas contra el derecho de los animalitos de Dios a expresarse, según el Creador los hizo; pena, que ensordezcamos o enmudezcamos, tal canto bucólico y campestre, que nos evoca la mayor paz y relajación; pena, que los animales sean multados, por hacer lo que les es propio según su especie. Que a este paso, no se va a oír cantar, rebuznar, graznar, piar, etc. Pena, que los hombres quieran callar a su hermanos menores, de los que somos de la misma especie. Que la policía persiga a animales, que nos dan comida y alegría; que la sanidad vea en ello un peligro para la salud, siendo todo lo contario; que se quiera callar a un animal, ¿quién es más animal? Que se hable de un “Paraíso”, y se expulse al macho de las gallináceas, es triste y contradictorio (dejaría de ser “Paraíso”). Que se expediente y sancione a alguien por tener un gallo, ¿qué pretende, se le quite el pico, y la lengua, y lo martirice?; ¿acaso no canta el gallo,para decirnos es hora de levantarnos, y nos recuerda hay que acostarse al irse el sol?, ¿es el gallo el equivocado o somos nosotros?, ¿a que vienen este genocidio gallináceo?; ¿que esté tipificado como falta grave cante un gallo?, ¡la falta sería que el gallo no cantara, digo yo! ¿o es que no hemos vuelto locos? Habrá que sacrifica al animal, y comérselo o venderlo al matadero?, ¿podrá alguien distinto al dueño, desalojar al gallo de su gallinero (creo que sí, lo afirmo, pero..., ¡diablos!, ¿a dónde vamos a llegar? ¿A dónde vamos a relegar al caballero de tan bello plumero?¿puede un quiquiriquí, costar 1.500,00 €? ¿Debemos devolver el reloj a la hora solar, para que el gallo cante feliz, como desde que el mundo es mundo?, ¿o debe el gallo, también darle una hora hacia atrás al reloj?, ¿no se va a respetar el reloj biológico? ¿Está al policía para detectar cantos de gallos, y no a los chorizos que actúan igualmente de noche o de madrugada? ¿Dejarán en paz al dueño del gallo, como él ha pedido, o le declararán la guerra, y le quitarán el gallo?; ¿quién en adelante va a criar un pollito si es macho, con éstas?; ¿y si los gallos no pisan a las gallinas, nos e van a acabar los huevos para empollar las cluecas? ¿Se acabarán las granjas y nos traerán los huevos (güevos) de p´fuera?, ¿es un gallo un animal de compañía?, ¿necesita un gallo permiso, para cantar?, ¿podrá un gallo, controlar su instinto? ¿A tanto ha llegado la animalización de la sociedad, o a la deshumanización de los animales? ¿habrá que cerrarle el poco a los gallos?, ¿o tal vez darle pastillas para que duerman toda la santa noche, y así tenerlos drogados?; ¿...
El Padre Báez, que recuerda antes fue en el Sur, ahora en Santa Brígida, pues como la cosa cunda, perdemos al rey del gallinero, a la defensa y cuidado de las gallinas: ¡cómo recuerdo a aquél que entró a por huevos a un gallinero, y el gallo se le subió al cogote y con los espolones, por poco si no mata al ladrón, defendiendo caballero él, a sus hembras! ¿o tal vez, lo quieren callar por machista?
¿Tendrá sentido en adelante cantar aquello de: “¿¡Quien tuviera la dicha que tienen el gallo, pun cata pun chin chin y el gallo sube, echa su polvorete y el se sacude...!?
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