El otro día un servidor, estrenaba un nuevo vocablo, que no se si todos los que lo leyeron lo entendieron, era el término: “asagajeros”; hoy, les traigo, otro nuevo, y más o menos, pertenece al mismo gremio de los del anterior grupo; los hay que nacen con suerte, y saben nadar a dos aguas, o servir a dos señores: a los del campo, y a los que gobiernan, los primeros engañan a los dos: a los del campo, a los que hacen creer, es o son las pobres víctimas, que dan las vidas por ellos, los que son como él: cultivador de algo, y a los segundos, porque según parece se benefician de todas las ayudas, sin que llegue a los que deben llegar, porque se quedan por aquello de que quien parte y reparte, y además hacen la pelota, para seguir teniendo el favor de los de arriba, y eso: a dos caras; pero vengamos al nuevo vocablo.
Los coagrajeros, son más o menos los mismos, y por eso, lo dejamos ahí. ¿Para qué seguir? Solo, que los que aparentemente están para defender a los del campo -entiéndase agricultura y la ganadería-, que se esconden detrás de unas siglas, que parece que hacen algo, y la realidad, es que según los resultados, nada hacen porque si tenemos haciendo agua, y hundiéndose las señaladas, ¿qué hacen esos que llevan por los medios esas siglas, que en realidad da la impresión, que no hacen nada, o si hace hago, debe ser para ellos y ayudar a los del gobierno, a los que no molestan, pero hacen como si hicieran algo...
Me parece, que son términos, que se pueden confundir por cualquier otro que haga en esto del mercado, algo de corrupción. y claro, si los que deben defender son corruptos, ¿qué se puede esperar? ¡Bueno, el resultado lo tenemos en el campo: nada de nada, todo desaparecido, menos esa excepción, que son ellos mismos, pero que no son la solución, sino la de ellos, a costa de las siglas y el cargo o nombramiento! Y el colmo es que en lugar de defender a los tabaiberos, están por la labor de ayudar a los marroquíes, que son a los que sí hay que ayudar, porque Dios (o Alá) los cría, y ellos se arrejuntan...
Aquí, la cosa está no mal, sino muy mal, o peor aún: esto es ya de miseria, y que los coagrajeros, según parece, al menos es la opinión de muchos, son cómplices, y por tanto culpables de la situación en la que se encuentra el sector, que languidece, que casi expira. Y ya es grave, que quienes creemos deben ayudar y sacar adelante y representar a los más desgraciados, pues no lo hacen y encima además de traicionarlos, les engañan y acaban (menos ellos, que engatusados o untados los besos, sí que les va bien en sus cultivos y ventas), aunque se presentan como llorones, porque en el fondo, son muy buenos actores. Y en decir popular, que nos echan o dan, gatos por conejos (ya saben el refrán dice: “mininos por liebres”, o algo parecido. Y es que aquí, nada es lo que parece.
Y todo esto viene a cuento, porque los calabacinos a 2 céntimos, que usted compra donde quiera, porque están regalados, ¿a cuánto se los pagan a los que los cultivan? Pues, hay un calabacinero, que prefiere ,cortarlos y tirarlos -sale ganando-, y le sale más barato, que venderlos, pues para ello, tiene que: seleccionar, llevar, cargar, negociar, y lo que le dan por tanto trabajo (les libro de otras cientos de faenas antes de este final), es una porquería, lo que no paga este último trecho, y aburrido, los tira, para ir limpiando la tierra, ¿qué volverá a plantar?
El Padre Báez, que va a seguir en esta línea de enriquecer el diccionario. Siento mucho, si alguien no comprende estas nuevas palabras, pero ya se sabe, el uso repetido lo hará comprensible. Yo (un servidor), por mi parte, más claro no puedo, ni se hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario