A estas alturas de mis comentarios –y disculpen o perdonen la auto-cita- a pocas personas se les esconderá, que una de las cosas que tiene que hacer el cabildo –otra muy distinta es que lo haga- es o son, las de conservar el patrimonio, y le va parejo el difundirlo o divulgarlo, como cultura propia, pues bien mayor no hay, ni tenemos. Y dicho esto, digamos lo que sucede por ahí afuera, de quienes deben (o debemos) tomar buena nota.
Una auténtica “revolución” se está expandiendo por el mundo, y esperamos, llegue hasta nosotros sus efluvios; y me refiero en concreto a los proyectos, que muchos ya han asumido, si bien con la ayuda de las universidades limítrofes, para –precisamente- conservar la propia arqueología, y darla a conocer. Y, no se debiera dejar solo al cabildo en esto, sino implicar –además- al Gobierno autónomo, ya que a todos compete luchar por lo nuestro, y lo nuestro es: lo guanche.
La técnica es nueva en su aplicación en espakistania (antes España). Y la misma no es, sino la digitalización de todo lo encontrado y vaya apareciendo. Parra ello, se hacen escanear fotográficamente nuestros bienes o riquezas en patrimonio histórico ya sea yacimientos y/o arqueología. Son ya varios los lugares que han sido tratados por este método, y nosotros no deberíamos ser menos, y quedarnos atrás.
Claro, que se deben implicar en esto –repito- los del Gobierno, los del cabildo, los de cultura, los profesores, los arqueólogos, los jefes, las universidades, el patrimonio, etc., y trabajar interdisciplinarmente, y aportar proporcionalmente, y trabajar juntos en este nuevo proyecto con variado personal, de cara sobretodo a obtener buenas fotos o imágenes, que se las puedan tratar de forma tradicional, y al mismo tiempo tridimensionalmente.
De eta manera, se va a lograr fotogrametriar –valga el verbo- los distintos yacimientos (u objetos), y tener de ellos las características geométricas en sus formas. Y como vivimos en la era de Internet, todo eso se introduce en un software, con el que se consigue, lo que se llama “una nube de puntos”, que son tratadas con sombras, textura y demás.
Por de pronto, se va a ver cómo afecta la luz al asunto en cuestión, y se podrá ver en las ya tres dichas dimensiones; pero lo mejor de todo esto es: que se divulga de mejor forma lo que se tiene. Más claro todavía: la foto que uno obtienen de un yacimiento –o lo que sea- es susceptible de este tratamiento. Y, cuando todo esto, esté en internet, no deja de ser la mejor manera de difundir el patrimonio a otros, y más todavía, cuando se puede hacer hasta inventarios de yacimientos y similares.
El Padre Báez, esta vez, animando a dar un paso más al frente, y avanzar en las técnicas nuevas, que tanto nos permiten.
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