VERGÜENZA DE CABILDO:
222 personas / repartidas en 20 cuadrillas / limpiando los cauces de los barrancos / dedicadas / y contratadas por seis meses / mujeres mayores de 45 años / con un salario de 930,00 € / y jornadas de 6,5 horas / José Miguel Pérez / un puntal para Canarias / candidato a la Presidencia de Canarias:
Mis amigos, esto es cosa de leerlo en los periódicos y como son tan mentirosos, como que uno cree no es cierto, que nos engañan y mienten; pero, desgraciadamente, es cierto y verdad. Vamos pues, a desmenuzar la noticia, o el hecho; mejor, vamos a denunciar el hecho, porque veamos:
que 222 personas, salgan del paro y trabajen cuando en espakistania hay ya 5 millones de parados y el mayor número de ellos en el Tabaibal (antes Canarias), como que uno se alegra y felicita a las afortunadas, que gracias a papá cabildo en vísperas de la campaña electoral, hace este gesto, propio de las hermanitas desamparados o hermanitas de los pobres e hijas de la caridad, muy religioso él, y tanto que parece no ha roto un plato, muy educadito él y con cara de bueno, que a 222 mujeres les ha dado trabajo, que como veremos más adelante, no es en coser, ni en limpiar, planchar o remendar.
repartidas en 20 cuadrillas, significa y ello a través de una simple división -y sin ella-, que en cada una de las mismas, hay diez señoras abuelas, con una jefa de grupo o capataza. Tampoco en esto, hay nada que objetar, salvo que las pobres damas, parecerán bandadas de especímenes por concretar, vestidas con pantalón amarillo y blusas verdes, en lo que el cabido -generoso y caritativo-, en vestir con muda incluida a 222 damas, se habrá gastado una pasta ¡de padre y señor mío!; y ello, porque las pobres trabajadoras, no deben tener ropa en casa, y que a decir verdad, la tiran a los contenedores, que hay que uniformarlas, y ponerles reflectantes, ¡no te digo!, ni que fueran la policía de carretera o de tráfico, pero sigamos, que lo bueno está por venir.
limpiando los cauces de los barrancos, y ello con el riesgo que tienen entrar o bajar a ellos, que con el agua caída y el barro, alguna tendrá que ser sacada en helicóptero, o en su descenso y posterior salida a pie, se le debe ir la jornada, a no ser que previamente, las hayan entrenado en alpinismo, senderismo, escalada libre y crestear. Y es el caso, que uno se pregunta, sin tener respuesta –naturalmente-: ¿acaso las lluvias torrenciales caídas, no han limpiado los barrancos lo suficiente, que tienen que ir a ellos estas mujeres a riesgo de sus vidas? ¿Por qué juegan con el dinero, y con las personas?, ¿que limpieza cabe hacer en un barranco, si el agua se lo lleva todo y limpia el cauce de forma inmejorable y ello desde que el mundo salió de las manos del Creador, nuestro Padre Dios? Pues, éstas tenemos: van a limpiar, lo que está limpio. ¡Tomen nota!, y sigo.
dedicadas, fue la palabra que la Consejera (¡vaya josico pa consejo -que dijera Pepe Monagas-, interpretando a Pancho Guerra!), que la Consejera de Empleo del cabildo las fue a visitar in situ (entiéndase: al barranco), y esto fue lo que les dijo: que aparte de pagarles –ya hablaremos del sueldo-, les agradecía muchísimo que se dedicaran a tal menester, del cual se sigue tantísimo bien para la comunidad tabaibera. Repito, que les agradeció la “de-di-ca-ción”. ¡Fíjense mis amigos qué dedicación!: limpiar los barrancos. Y me pregunto, ¿no sería mejor dedicarlas a algo más útil?, ¡yo que sé! Limpiar –por ejemplo- fincas, cercados, terrenos, cadenas, bocados, etc., para plantar papas –mi madre -q.e.p.d.-, y todas las mujeres del campo, lo han hecho desde que la primera mujer – Eva-, ayudara a la economía de la casa con el trabajo del marido. Es decir: desde Adán, plantamos pá comer. Aquí y ahora, no; ahora y aquí, limpiamos barrancos. Pues esto, ¡es lo que hay!, y sigo.
y contratadas por seis meses, o por lo que es lo mismo, por medio año; eso si no las para de inmediato, según sean las elecciones, que mucho me lo temo, por aquello del presupuesto y las arcas vacías, porque si al menos si después de seis meses o cuatro de trabajo, éste rentara un porcentaje alguno en beneficio de algo, superior al dinero gastado en sueldos –llegaremos a ese apartado-, pues como que sí; pero sabido es: que este es un trabajo, que no produce absolutamente ningún bien (al contrario, mucho me temo, llenen los barrancos de bolsas negras de plástico, con: vinagreras, teeras, orejas de gatos, berrazas, cañas, zarzas, etc., en lugar de pasar por ellos un ganado, que lo dejaría limpio como un escoplo, si es que el agua corrida por los barrancos, no lo ha hecho.
mujeres mayores de 45 años, o lo que es lo mismo, la media puede estar en los 54 años, es decir medio siglo ya pasados de sus vidas -¡con lo que eso pesa y dificulta!, con lo que es un trabajo de altísimo riesgo, dada la edad, el lugar, la tierra mojada, el barro, el musgo, y sobretodo la falta de experiencia, porque si son mujeres del campo, acostumbradas a criar becerros, como que sí; pero con gente de la urbe, y que el único campo que han visto es el de fútbol, mucho me temo es una temeridad, mandar estas pobres señoras –abuelas todas ellas, con dolores de reuma, con cánceres de mamas y otros y operadas, con exceso de kilos, y demás; digo, que el cabildo es el responsable de esas vidas en potencial gravísimo y altísimo riesgo, por mandarlas a trabajar en un terreno y trabajo, impropio para señoras que fuman, que hablan por el móvil fijo, y entre ellas todo el día, y no se agachan, porque si lo hacen a ver ¡cómo se enderezan!
con un salario de 930,00 €, que dicho de entrada, a mí me da envidia, porque un servidor después de pasar por varias universidades, y estudiar como un loco, solo cobro, que no llego a los 700.00 € al mes; y que por no hacer nada –¡bueno van de paseo, que si bajan, que si desayunan, que si se sientan a charlar, que si miran a los charcos, que si cuentan las ranas, que si miran a las libélulas, que si llaman a sus hijos y al marido en paro todos ellos, y si se vuelven a casa, subiendo laderas arriba, tres horas antes de terminar, para llegar a la hora de la salida, pues la verdad, como que casi 1.000,00 €, como que me parece un algo mucho. Que por supuesto, la capataza, ganará algo más y como una sencilla operación de matemáticas nos dice el montante, el cabildo en limpiar los barrancos –¡que están limpios-, se va a gastar la friolera de 1,400.000,00 €, en tan rentable y productivo trabajo. Pero, conste que ahí no entra la ropa, el transporte, el material (jose, horquetas, tijeras, guantes, botas, etc., etc.).
y jornadas de 6,5 horas, es decir no de 8 como todo quisque, que si descontamos la ida y la vuelta en guagua, más después la bajada o entrada al barranco y salida del mismo, más la comida, y la cháchara, el cigarro y los pajaritos, el móvil y en pitos y flautas, las 6 horas se van en lo dicho y si trabajan media hora o el 0,5 ¡es mucho, y hasta demasiado! ¡Y viva el cabildo que yo –trabajadora- y toda mi parentela, le va a votar!; pero, sobre eso, hablo un poquito más adelante. Recuerden: seis horas, con cinco, ¡vamos seis horas y media de trabajo tan sudoroso y cansino, fructífero como productivo! Seis, como los toros, seis.
José Miguel Pérez, dícese de Historia él –como un servidor (aunque uno ha escrito varios libros sobre la materia; de él, no se, haya escrito alguno, no se. El caso es, que esta joya, a la que muchos –incluido un servidor- llamamos cariñosamente “copito de nieve”, viene en foto y anuncio pro campaña electoral, justo y pegado a la noticia que está encima de él (la que les leí y he comentado). ¿Casualidad?, ¿orden, por asociación de ideas?, ¿sugerencia del cabildo? No se, el hecho está en la página 19 del Can 7, con fecha 9 de febrero, para quien quiera confrontarlo, y vean que no añado, ni quito, ni media palabra, solamente apostillo y comento, para que se pueda comprender mejor el escueto texto.
un puntal para “canarias”. ¡Parece este es el lema de su campaña!, pero fíjense bien –les repito- ha hundido al Gran Tabaibal (antes Gran Canaria), llenándolo todo de pinos, y acabando con la ganadería, es decir acabando con el campo, que es el que nos da de comer, y no conforme con el daño hecho –dicen ha sido y es, el peor presidente de cabildo que hemos tenido- y ahora, se presenta, repitiendo. Es decir, no se retira, porque anciano ya –véase las canas- el niño no se retira, sino que salta como en el juego de la oca, y quiere seguir dañando mas aún si cabe a esta desgraciada y arruinada tierra, por la que no ha hecho absolutamente nada, salvo intentar comprar a sus dueños, por dos perras gordas sus tierras, con el fin de seguir plantando pinos. Pues sigo y acabo:
candidato a la Presidencia del Gobierno de “canarias”. Asombrado quedeme; que después de dejar el cabildo hecho un a basura, quiere ir al Gobierno, para acabar la faena, y rematar la estocada. Es decir, con el aval de mandar a 222 mujeres al fondo de los barrancos, a enterrar a Zaragoza una vaca, igual que una gallina, con hacernos depender en el más del 95 % del exterior, sin favorecer la agricultura, sino la defensa de retamas y tabaibas; acabando con la ganadería, menos con la jauría de perros que ha aumentado, y con este cartel, se nos presenta para ser nuestro presidente y sustituir a Paulino. Pues amigos, yo ya no se qué decir, saquen ustedes las propias conclusiones. No se retira, sino que salta, cual sapo o rana, del cabildo al Gobierno y ello dejando los barrancos limpios, como si eso no fuera lo que ha echo el agua caída del cielo, por tanto Dios mismo.
El Padre Báez, que de ser un servidor el Presidente del cabildo a esas 222 mujeres las cambiaba por 222 maridos de esas señoras en paro y los ponía a plantar papas, y a cuidar vacas y cabras. Pues ya lo ven: un mundo al revés: las mujeres a los barrancos, y los maridos en casa, gracias al cabildo. Pero, acepto con gusto –y no me arrepiento- que me llamen por esto machista. Así que: ¡muchas gracias!
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