SOBRE CARMELO ARTILES, Q.E.P.D.
Anda el patio ateo, tan revolucionado, que no encuentran más palabras de elogios sobre el cadáver del que fuera presidente del Cabildo; andan los aconfesionales, como locos a ver quién piropea más a los despojos de este finado: Don Carmelo Artiles; andan los laicistas, revueltos como un gallinero, tratando de poner en el cielo al bueno de Don Carmelo. Están entre los tres –¡y más (los poriodiquillas y peridiquillos de mierda que tenemos)!- a ver si laicamente y aconfesionalmente, cabe una canonización, y lo ponen en su cielo sin dios, al que seguro cayó de cajón, en el Otro, en las manos de Dios. ¡Y claro!, uno, se cansa de tanto parabién, y baboserío, cuando lo que hizo fue lo que tenía que hacer –sin más- y es lo que tiene que hacer todo aquel –sin más-, que ocupe un puesto como el de él, ya sea mayor o menor o igual (repito).
Nada hizo de extraordinario, sino que se habrá presentado ante su Señor, Dios y Padre, y le ha dicho: soy un simple siervo, y solo hice lo que tenía que hacer (no robé, no cometí adulterio, no maté, no di escándalo, fui honesto y honrado, santifiqué las Fiestas, comulgué tu sagrado cuerpo, oí tu santa palabra, no cometí ningún caso de corrupción –mi única culpa, es que ingenuamente llené la cumbre de pinos, fui quitando ovejas y cabras, y hasta adquirí las tierras de labranza y pastoreo, para plantar esos malditos pinos, por lo que penaré en el purgatorio, lo que su majestad divina dictamine. A lo que el Señor Juez, de vivos y muertos, le habrá dicho, porque lo hiciste sin darte cuenta, de la maldad que cometía, te salvas, pero no los que te han sucedido –al margen porque no tienen fe, además, porque sabiéndolo, porque ahí –allá abajo- está el Padre Báez, que se los recuerda a diario, y no le hacen caso; esos, esos...
Que sí hombre, que Don Carmelo, fue muy buena persona, sencilla, humilde, servicial, cercano, hermano, sonriente, socarrón, canarión, tomatero, amigo de todos, sin excluir a nadie, sin soberbia, sin enchufes –así vea los ojos de Dios, como que le di un susto de muerte: daba entonces un servidor clases de Moral Católica en le Instituto Primero de Mayo –en la calle de los sindicatos, y contigua al edificio del cabildo (ahora con minúscula, ¡porque ha venido a menos!) cuando me percato, que pasaba Don Carmelo, y salgo corriendo detrás de él, para saludarlo (entonces yo requería de él, algo para la Parroquia de Santa Sara en El Lasso, y al acercarme corriendo a él, antes de que se me escapara, se dio un susto de padre y señor mío, creyendo era un asaltante o alguien que le iba a agredir o robar; ya tranquilo, me contó iba a llevar unos papeles (en lugar de mandar a un botones o conserje, iba él en persona) al sindicato. Y pasando el tiempo, en el Sínodo que se celebró en nuestra Diócesis, por su apellido que comienza en “A”, y el mío por “B”, nos tocó –según el orden alfabético- sentarnos juntos en las distintas sesiones del dicho Sínodo Diocesano, y me faltarían páginas y horas, para contar lo que comentaba, desde su fe... tratábamos de la puesta al día de nuestra Iglesia particular. Recuerdo que en unas votaciones, dijo: “en el psoe, esto se hace distinto...”
¡Bueno!, que el bueno de Don Carmelo se nos murió, o partió a la casa del Padre, “haciendo –como decía el Rey David-, el camino, que todos tenemos que recorrer”, pues que fallecido él, y todo es parabién, elogios a sus virtudes, a su buena gestión y sobre cuanto hizo, su talante, su sencillez, su humildad, su preocupación por atender directamente y pronto, sin mediación o espera a todo el que se le acercara, etc., etc., todo sobre sus virtudes y mejores obras; ¡pues bien!, un servidor, va a decir, lo que nadie ha dicho:
Todo eso de bueno, devino (le vino) de la formación que tuvo; del seminario salió así, porque así es como educa y enseña la Iglesia; sin esa formación, hubiera sido un corrupto más, un inepto más como los que tenemos: Así, que si quieren, saquen la moraleja: aléjense de la Iglesia, y tendremos políticos como los actuales (asesinos, criminales, terroristas, ladrones, sinvergüenzas, malos, ruines, corruptos, ateos, agnósticos, laicistas, aconfesionales, sin principios, sin valores, sin moral, ineficaces, eternos en el poder, repetitivos, mentirosos, incumplidores, falsos, sin temor a Dios, negativos, soberbios, etc., etc. Pasen por la moral católica, por los valores evangélicos, por la formación religiosa, y tendremos “carmelos artiles” muchos y variados y en plural.
El Padre Báez, que reivindica EN LA FIGURA DE CARMELO ARTILES, QUE ERA UN HOMBRE CREYENTE, Y DE AHÍ SU GESTIÓN Y TALANTE. Pena no sigan su “estela” -como dijera su sucesor actual-; pues, que tomen nota e imiten (¡y serán como él!).
Nota, para colmo y recochineo, el alcalde de Mogán, el psc-psoe de Gran Tabaibal, la universidad de Las Palmas (del Gran tabaibal), su compañero el presidente del cabildo, y el Excmo. sr. alcalde y los miembros de la corporación de la muy noble y muy ilustre ciudad real de las palmas (del GranTabaibal), todos ellos, los únicos, que dan orden a los periódicos, para que de las esquelas dedicadas a DON Carmelo Artiles, les quiten la cruz de su religión (creo, que si Carmelo volviera a la vida reivindicaría como cristiano: ¡le pongan la cruz de Cristo en su esquela!). ¡Ah bellacos!, no respetaron ni su fe y creencia, que fue la que lo hizo como fue.
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