(156): MEDIDAS A TOMAR EN LOS YACIMIENTOS

    Abogo, porque se tomen medidas urgentes, de cara a evitar el daño que desaprensivos, puedan ocasionar  y perjudicar a nuestra arqueología; cerrados muchos, su vallas nada protegen al estar rotas oxidadas, caídas, etc., y eso en el caso que tengan valla, ya que la inmensa mayoría está por vallar, que es lo mínimo, y lo más barato.

    De sobra, se sabe el número de habitantes y de turistas, que merodean y están o/y estamos en este espacio tan reducido, que a poco que se salga por algún lado, allí están estas obras de arte, a merced del capricho o voluntad, de los que no son ni guiados, ni frenados, con sus incidencias negativas e irreparables en más de un caso.

    Es mucho lo que tenemos, y más lo que hay que recuperar; hay excavaciones abandonadas; el cabildo –desgraciadamente, no apoya nada de esto, sino con planchas de hierro- a pesar de ser este uno de sus cometidos; es negligente en grado sumo; tenemos zonas arqueológicas destrozadas, y nada culmina en sus restauraciones, sino que deja todo sin terminar (no hace falta poner ejemplos).

    Trozos de cerámicas y otros restos, están dispersos por todas partes, sin que jamás nos reconstruyan algo; piedras, huesos, paredes, etc., todo es una ruina. No acaban algo, y empiezan por otra parte, para dejarla como la primera: a medias, y expuesta. Da la impresión, que nada les interesa el pasado; el descubrir, no forma parte de sus intereses.

    Si al menos las cuadrillas que mandan a los barrancos y a orillas de las carreteras, estuvieran a las órdenes de los arqueólogos, “otro gallo nos cantaría”; y en esto, no cabe dudarlo, hay una forma de vida, y de ganarse la comida. Y vengan de donde quieran, a ver cómo se trabaja en arqueología, in situ. Las excavaciones, están faltas de obreros.

    El Padre Báez, que teme perdamos material arqueológico y se destroce yacimientos; pero, ¿qué pensar cuando es el propio cabildo el que pone en los yacimientos esas maléficas planchas de hierro?