sin tabaibas

Sin tabaibas de por medio...

“... el cansado labriego, por la tarde, de la dura fatiga quisiera reposar...” (del himno de Vísperas del Miércoles I.)

“... cantará mi alma sin callarse...” (del salmo 29).

“... no seáis irracionales como caballos y mulos, cuyo brío hay que donar con freno y brida; si no, no puedes acercarte...” (del salmo 31).

... toda vez se acerca el verano, y se tiene más tiempo libre, por si se anima a leer, le recomiendo estos 10 títulos (entre otros), bien como regalo o para sí mismos, independientemente sean de los más leídos o no:

. El Camino del Yoga

. El Tagoror Rojo

. Alma Guanche

. El capitán Guayonja

. Cuerpo  Guanche

. El canario san Agustín

. Espíritu Guanche

. Arquitectura Guanche

. La Cueva Guanche

. Yoga en el fútbol

Para un servidor, son de las mejores lecturas que pudieran hacer. Se trata de libros con: la filosofía oriental (el yoga), sobre novela histórica, la condición física, psicológica y espiritual de los guanches, así como su arquitectura y hábitat. Todos ellos (y más), tienen por autor a un servidor: Fernando Báez Santana, Pbro. (el Padre Báez) Licenciado en Historia de la Iglesia, por la Pontificia Universidad de Comillas (Madrid). Y, discúlpenme esta aparente falta de humildad, pero es que según santa Teresa, ésta (la humildad) es la verdad. Simplemente, porque ¡no todo iba a ser: tabaibas-tabaibas-tabaibas...! Tabaibas las que ayer, en reunión de curas acompañantes de Cáritas, con el director, secretaria, delegado, etc., Don José  Domínguez -y valga como cita diaria que incorporo (la suya fue verbal)-, según me vio me dijo: “... vestido de tabaibas...”, para repetir más tarde: “... tienes traje de tabaiba...”. Pues, se acepta -con agrado- la broma fraterna del sacerdote hermano y amigo (Delegado de Cáritas Diocesana).

El Padre Báez

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NOTA 1.- Unos amigos comunistas, me animan a que publique un libro con los comentarios sobre las tabaibas, incluso me ponían en contacto con editor, y demás..., ¡pues ya veremos!

NOTA 2.- Hace un par de semanas, un feligrés de Lomo Magullo (padre de una niña de Primera Comunión), me pidió un ejemplar de cada una de mis obras, pues le complací.