lunes, 8 de junio de 2015

pinos

Tabaiberos-pinocheros-basureros...
... los que nostálgicos de cuando estas islas estaban sin población, llenas de hierbas, árboles, matojos, y demás especies del reino vegetal, donde no había espacio para los humanos, como sucedía en Madeiras, digo, los hay que pretenden volvamos a aquellos tiempos, y nos mudemos para dejar estas más que desgraciadas islas, para la basura, pinos y tabaibas, y así la cosa, pretenden se reforeste esto, con lo que expanden por el mundo de internet una llamada para que se plante todo lo que queda libre: de basuras-pinos-tabaibas y demás especies, y no debe haber salido de mente sana, sino esquizofrénica, que alienta al cabildo -ahora en nuevas manos- para que sigan con el negocio de los pinos unos cuantos desgraciando a todos los demás, justo los que retiraron el agua de las nubes, y  nos ha traído a la miseria de estas más que ya desgraciadas islas, de donde tendremos que emigrar sin saber a dónde, para que en ellas se vuelva a tiempos anteriores a los guanches, los mismos que limpiaron el terreno que nos ha llegado, para el pastoreo y la agricultura de la que vivían y vivíamos hace cosa más de medio siglo, que desaparecidas éstas, los hay que pretenden se vuelva todo verde sin más, y nos mudemos -repito-, sin saber a dónde.

Debe tratarse de una mafia oculta sostenida y ayudada por mafiosos, que pretenden algo oscuro y maléfico para mayor desgracia, pues con más pinos, menos agua, y menos tierra para nada. Y hay que ser del campo para saberlo y comprenderlo, que los capitalinos solo ven “¡lo bonitos que son, todo verde!”  No quedará tierra con hierba para una sola cabra u oveja. Debe ocular el nombre de mafiosos cabildicios que pretenden seguir viviendo del cuento y de la mentira, y sorprende más aún, que viejos e ignorantes independentistas (me disculpen, que va con cariño), apoyen tan macabra maniobra, para seguir hundiéndonos más que lo que estamos, pidiendo apoyo y firma que yo pediría para que desaparecieran personajes tan dañinos para la sociedad como los que se atreven -por ignorancia o desconocimiento- dar palos de muerte y extinción a la mínima expresión que nos queda de agricultura y ganadería, pues plántese todo de pinos y a ver dónde pasta una cabra o dónde plantar un cantero de papas, pues que uno sepa, la pinocha no se come, ni los pinos dan leche.
Podrido está el cabildo -falto de regeneración, ahora en nuevas manos- y los hay que pretenden la podredumbre vaya en aumento y a algunos le ha alcanzado ya el cerebro, sin lugar a dudas.
Porque además, hay que ser un pervertido social, para pedir y apoyar lo que debe ser desterrado, pues ya hubieran pedido arrancar los pinos que tenemos por millones y en su lugar plantar higueras, castañeros, nogales, etc., que es lo propio, al paso que se despeja y recupera terrenos para el futuro y posible ganado en su día y épocas mejores de sensatez y prudencia -que debe haberlos -y los hay con el pie torcido, y andan por caminos equivocados, tal vez por ser urbanitas y encantarles los parques y así quieren toda la isla, para que en ella solo vivan pájaros y ratas. Loco hay que estar,  para pedir semejante insensatez: repoblar de pinos lo poco que nos queda libre. Hablan los que deben callar, y no dejan hablar a los que deben y tiene que hablar: los campesinos, por aquello del sabio refrán: zapatero a tus zapatos.
Pero, -con perdón- además de ignorantes de la cosa campesina, deben ser gente mala o pervertida, al apoyar algo más que macabro, dantesco y dañino, pues repito: pretenden volver a cuando estas islas no estaban pobladas o deshabitadas y solo vivía lo verde o maderas, como si españa de la que se decía en los mismos tiempos una ardilla sin bajarse de las ramas podía ir desde Cádiz a los Pirineos, ¿pretende acaso españa volver a aquellos tiempos? Es, que los hay más que ilusos; son como niños, faltos de madurez social, económica, laboral, histórica, etc., es: ¡que son la caraba!
 Es más: un cabildo que ha mermado al mínimo la ganadería y la agricultura, y los hay que les apoya para que den la puntillada de muerte total al pequeño resto que queda de ambas. Estos cerebros enfermos, nada dicen del PIOT que arrasará cual vendaval con lo poco que nos queda, y encima les apoyan en algo todavía igualmente peor. QUE SOBRAN LOS PINOS, Y MÁS PINOS SERÍA LA MUERTE Y EL CIERRE DE LAS ISLAS.
Necesitamos pastos, sementera, archita, cebada, trigo, coles, millo, papas, etc., comida de personas y de animales, y no pinos, que solo alimenta a previsibles incendios y ruinas con muerte ¡y nuevas reforestaciones (he ahí el negocio)!, ya que su resina es tan dañina que ni la pinocha vale como estiércol. Almendreros debieran plantar donde hay un pino, y no pinos, que ya con las tabaibas tenemos demasiado como para rematar la faena con más pinos, cuya madera es alimento de gusanos, como puede comprobar todo aquél que se dé un paseo por Tamadaba o por cualquier otro lugar donde vean un pino en el suelo: no aguanta un año su madera, y hasta los bancos del lugar citado son de piedras y cemento, porque la madera de pinos se pudre y mancha.
Razones éstas por las que de rodillas pido a todo el mundo que nadie firme y dé apoya a tan macabro como descerebrado proyecto. Esta isla no debe soportar más castigo, sino librarse de ellos (los pinos). Y, por si alguien despistado, no se ha enterado, se lo ¡resumo: El cabildo pretende reforestar la isla con más malditos pinos; no lo debemos permitir, y manifestarnos en contra saliendo a la calle si fuera necesario, que lo va a ser.
Antes se les parta las manos al que firme ese apoyo para más desgraciarnos, con más pinos, ¡que arranquen incluso los plantados, ¡y por Dios!, no planten uno más. No debemos volver a la isla cuando ella era un bosque y corría agua por todas partes, que las desaladoras ya cumplen y si en lugar de pinos se planta árboles frutales, igualmente y más atraerán a las nubes y volveríamos al agua por los barrancos, fuentes, remanientes, etc.; los citados son señales de vida y comida, que los pinos lo son de muerte y hambre. Los pinos evitarán totalmente nadie pueda volver al tajo o trabajo, pues ellos no permiten agricultura ni ganadería alguna, que es lo que daría el campo si se le trabajara, pero lleno de pinos, nada de nada, ni comida, ni trabajo, sino permanente y eterna crisis: hambre, paro, miseria, salidas al extranjero... que la lluvia no viene con los pinos es algo evidente y más que claro -sino lo contrario- es cosa de más de 60 años de comprobación. Que es mentira -y mentira cochina- el plantar pinos cree empleo alguno, es -repito- pura y dura mentira. Los pinos no producen sino veneno.
El agua volverá cuando desaparezcan los pinos; si más pinos, menos agua o ninguna. No se olvide el dicho de más de 300 años, que decía y dice (sabiduría popular y centenaria): “si quieres mal a un vecino, plántale un pino. Y lo desgracia, porque le levanta incluso la casa, y en su entorno no le va a crecer ni un pajullo. Y si la estética o belleza se come sea con árboles frutales y no con pinos asesinos encubridores de mortales incendios y sequedad del terreno, y tanto que hasta estar a su sombra es asfixiante.
Que el cabildo no siga perjudicando y dañando a la isla, no siga en esa política de más de 60 años de fastidiar a pastores y agricultores. Lo que queda sin pinos sea para el cultivo y el pastoreo, no para más pinos. Luego: ¡venga leche asturiana y hortalizas cultivadas con mierda del mudo. Los pinos no generan  economía sino más hambre, más paro, más veneno...
El Padre Báez.

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