domingo, 23 de septiembre de 2012

El trabajo...

El trabajo del campo:

Los campesinos, son personas de este mundo, aunque están desapareciendo. Pertenecen a una profesión de las más exigentes. Vamos a entrar en su mundo (un poco, nada más).

De entrada, puedes confiar en ellos. Son gente leal y noble; los que más. Tienen palabra. Su trabajo no es duro, sino muy duro. Y es, la mejor carrera (en ella hay cultura [agricultura]). Es un trabajo físico, y diario, de sol a sol. Lo de ellos, es: trabajar, trabajar, trabajar..., y trabajan los siete días de la semana. Son maestros de nuevas generaciones (casi sin alumnos). Se levantan con el sol y con el sol se recogen. Descansan bien. Se está perdiendo esta profesión. Trabajan lejos del público. Nadie les aplaude. En fiestas, todos se visten de ellos (una burla). No se fomenta desde la universidad siendo como es una especialidad y pertenecer a la ciencia, arte y cultura, cargada de tradición e Historia. Hacen gimnasia sin asistir a ningún gimnasio. Son verdaderos héroes, pero..., venidos a menos. Profesión difícil; a ella, dedican la vida. Vida sacrificada, y algunos la dejan en ello. Para ellos, casi no hay diversión alguna. Desde niño, se aprendió a ser campesino, sin más. Ahora, perseguidos por el medio ambiente, que los castiga y multa por ejercer sus trabajos, no dejándoles hacer nada (lo hacen a escondidas, y con miedo). A pesar de todo, siguen. No saben hacer otra cosa, son “bichos de la tierra”; viven apegados a ella. Trabajan mucho, no paran (la tierra nunca da descanso o vacaciones). No tienen tiempo para distraerse. El tiempo libre, se lo dedican también a la tierra. Son muy felices. Son más sabios que los profesores de universidad (aunque sea analfabetos [que no lo son]). Sufren el invierno, y roban horas a la noche. No se conocen sus nombres. Les viene en herencia, seguir en la tarea (aprendida desde la infancia más tierna). No pueden ser otra cosa. No tienen otras posibilidades (aunque los quisieron meter en el Sur para que atendieran a los turistas, y muchos cayeron en esa trampa-engaño). Siguen, los que se resistieron. Es, la mejor escuela. Son sabios. Viven pegados a la tierra y conocen sus secretos. Leen las nubes, y las estrellas (cabañuelas)...

El Padre Báez.

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