martes, 21 de diciembre de 2010

NO SE ENTERAN:

 
    De cierto, no se enteran. Andan de despistados, cual una vaca en un baile, que dijera el otro. Oyen ruido, y no saben dónde. Y así la Navidad que quiere decir Nacimiento -en latín- y que no ocurre hasta el 25 de Diciembre, algunos, muy devotos del dinero, del consumo, del gasto, del regalo, del compro y vendo,  y de adornos, empiezan a celebrarla dos meses antes, desde finales de noviembre, y la alargarán con sus adornos hasta febrero o más. Y es el caso, que la Navidad -repito-: Nacimiento de Jesús (el 25 de diciembre, que se celebra ese día, pero que de verdad no sabemos cuándo nació, sino que nació, y se ha puesto ese día porque era para los romanos el día del sol, y como Él, es el sol de Santidad, sol de justicia (que quiere decir lo mismo): y ya que Dios nos ilumina el caminar por la vida hacia la Vida Eterna, que se puso ese día el día de su Nacimiento, y que más parece fue por primavera, camino al verano (pero esto, es lo de menos). Lo de más, es: que por motivo de su Nacimiento -que aun no ha sucedido- y que lo esperamos, recibes sendas tarjetas de Navidad profanas, sin referencia al misterio que celebramos: el nacimiento humanamente hablando de Dios, que se hace hombre, en persona, semejante a nosotros en todo (menos en el pecado), adquiriendo así una doble naturaleza: humana y divina, divina y humana; pues que siendo como es Él, el centro de estos más de tres meses, siendo un solo día -con octava, y dos semanas de Navidad, después del 25 dicho, los hay que te felicitan con tarjetas que te traen unas bolas, unas cajas de regalos con lazos, y unas hojas de madroños, que nada dicen como referencia a Jesús, al Cristo, al Hijo de Dios y de María, siendo sus padres: el Espíritu Santo (DIOS mismo) y San José; aquel hombre que no quiso entrometerse en los planes de Dios, y que Dios lo eligió para que cuidara de su Hijo, y de la Madre y esposa Virgen. Todo un enredo místico-teológico, que queda enturbiado con unas tarjetas con estampas invernales, con renos y árboles, con nieve, que nada hacen referencia al misterio. Menos mal, que todavía hay alguien de la antigua escuela, y mantienen la burra, el buey y a la Sagrada Familia, con ángeles, pastores o/y Reyes o Magos. Pero que un periodista, de fama y popular, te mande una felicitación, con bosques y flores de otoño, y el otro -también periodista- con semejantes imágenes te felicite las Pascuas, cuando ésta es la Resurrección, es matar al Niño, antes de nacer, ignorando y confundiendo el Nacimiento con la Pasión-Muerte y Resurrección , que es la Pascua, y te la adelantan. Pero, peor aquellos que te felicitan la Navidad -aún sin nacer el Niño Dios-, con un feliz solsticio, y no se qué de entrada del invierno y crecimiento de los días y mengua de las noches, que tampoco hacen referencia a la Navidad. Navidad profana, Navidad comercial, Navidad sin Dios, sin celebración litúrgica alguna, con mucho turrón, mucho polvorón, pero sin Dios.
 
    El 24 celebraré 3 Misas; 5 el 25, y 2 el 26. Y, como un servidor, todos los curas párrocos. ¿A cuál de ellas va a asistir ud, para celebrar la Navidad?
 
    No se olvide,: la Navidad comienza el 24, y que por tanto hasta el 24 es tiempo de Adviento. Seguro, le voy a perder un poco, si no pone atención: el 24 hay Misa vespertina , por la tarde de la Solemnidad de la Natividad del Señor; hay Misa de medianoche, y Misa de la aurora. Ya el sábado 25 hay Misas durante el día. El 26 es el día de la Sagrada Familia y comienza la Octava de Navidad; el sábado 1 de enero es la segunda semana de Navidad, y el sábado día 9 de enero, termina la Navidad,que no llega a tres semanas, y que algunos (paganos y ateos, laicistas y aconfesionales, agnósticos y no practicantes), celebran más allá de tres meses.Pues, ¡que les aproveche! Nosotros, nos guiamos por el calendario litúrgico; los hay que por el comercial, ¡allá ellos, que van a su aire, pero flaco servicio le hacen a la religión, y encima se aprovechan de ella!
 
    No es fácil resumir tata intesidad religiosa-teológica y espiritual, digamos: celebramos el misterio  de la manifestación del Señor Dios, en su humilde Nacimiento en Belén; anunciado a los pastores, que acogen al Salvador. Vienen de Oriente los Magos a adorarlo, cuales gentiles que lo aceptan también; Jesús, se nos manifestará Dios en el Jordán y también en las bodas de Caná. De por medio estarán los Santos Inocentes -los de entonces y los de ahora -más allá de la broma o engaño-, la corrupción, el paro, la crisis, el hambre, los suicidados, los desesperados, etc., santos inocentes del presente; el modelo de familia y no el de pareja entre iguales, por la que nos la quieren cambiar; el nombre de Jesús (Enmanuel), el Dios-con-nosotros, hecho este de gran relevancia e importancia (¡no estamos solos!); María, como la primera el 1 de enero, etc. Nos acercaremos a las virtudes domésticas, a María, a Jesús, al bautismo del Señor..., y no, no voy a seguir, no sea me salga el sermón, y éste, éste lo hago siempre después del Evangelio, en la Eucaristía o Misa.
 
    Si viven así la Navidad, ud será feliz; de lo contrario, siga contando con: el vacío, la frialdad, la depresión, la amargura, la tristeza, etc.
 
    El Padre Báez, que en esta ocasión, ha querido aclarar algunos puntos navideños. ¡Ojalá, mis amigos, los tengan en cuenta! Si así fuera: ¡feliz Navidad (a partir del 25)!

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