ovejas

En el rebaño de ovejas, van al margen y las primeras...

... las cabras, así son ellas: ¡libres!, difíciles de seguir pautas humanas y contrarias al comportamiento que les es propio por naturaleza o genes, ¡van a su aire! No, no son borregas, que caminan, metiendo las cabezas, entre las patas de las que van delante -comportamiento éste, el de las ovejas-; se fían, no saben por dónde andan, y tanto, que si se risca la primera, caen todas juntas.

No, no así entre las cabras, que altaneras y sin someterse, van, aunque mezcladas, por delante y por los lados y nunca encorsetadas entre sus parientes las ovejas. H e ahí, una más que clara y evidente diferencia. La humildad y sencillez de las primeras, la libertad y el ir a su aire de las segundas, que aunque en manada y en grupo, sobresaliendo ellas. Así, son las cabras. Por eso, nada extraño, las hayan que por sí, o por los pastores –sus dueños, y que siguen siendo sus dueños- las echan a los riscos, donde no las pierden, sino que recuperan quintuplicadas o más, cuando quieren, apañando de paso el fruto de esa libertad, en: mejor comida, mejor sol, mejor aire, mejor alimentación (excluidas las plantas endémicas, a las que ni hacen caso, de lo contrario, nada hubiera llegado a nosotros del pasado y que existe y existirá a pesar de ellas, y que sin ellas, sí es seguro desaparezca la biodiversidad, lo endémico y hasta lo autóctono).

El Padre Báez, que cientos, y miles de veces contempló, este comportamiento de las cabras, mezcladas con las ovejas, en ese único ganado de su dueño, que hace queso a dos sabores y a tres, si todavía mezcla la leche -de tenerla- de alguna vaca.

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“... una cantidad incalculable de ovejas y cabras...” (1 Re. 8, 1-7, 9-13). / “... con qué saña las persiguen... fanáticos...” (Ga. 1, 13-2, 10). / “... con ira... con cólera... en delirio...” (salmo 6). / “... perversos...” (salmo 5). / “... las persiguen... y las alcanzan... con furor... las rodean... las amenazan... las apuntan... las apuntan con aramas mortíferas... con tiros incendiarios... concibieron el crimen, están preñados de maldad... violentos...” (salmo 7).

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Estamos a cinco (cuatro) días de vernos en el Valle de Agaete, por lo de las cabras que mata el cabildo. No faltes: viernes 12, a las 20,30 en la Asociación.