comida

La comida de una cabra...

... es de tan buen paladar, que come -menos endemismos y resinas- de todo. Son muy buenas de lengua y verlas rumiar, es volver sobre: el afrecho, la archita, la avena, las batatas, las cañas, la cebada, las colegias,  el escobón, los granos de todo tipo, las hojas de todo árbol y arbustos, los jaramagos, los lechugones, el millo (en grano y en rama), los ñames, las parras, las pitas, los ramos y ramas de todo, el rollón,  las tederas,  el trigo, las tuneras, las vinagreras,  las zarzas, etc., es decir, del género vegetal lo come todo, ya sea en rama, semilla o piensos; pero no hace asco a todo tipo de fruta, y cuanto restos queden de una comida en mesa humana, que tan buena de paladar es, que no hace asco de nada.

Por tanto casi omnívora, come de todo (menos carne y pescados, que no es lo de ellas, sino lo vegetal, y tratándose de hojas, no desprecian ni la de los periódicos), y más que comer, mordisquean hasta el plástico o cualquier cable, pero sin más, sino por instinto de morderlo y probarlo todo, con lo que su alimentación por ser tan buena comedora, nunca fue problema y menos difícil. Por tanto una buena depredadora en cuanto limpieza hacen del campo evitando -en su día- los incendios al barrer la tierra de cuanto en ella creciera o saliera. Y gran sembradora es, y gracias a ellas lo verde en su mayor gama se le debe a ellas, ya que al comerlo todo, todo lo siembra entre sus pelos con polen y sus cagarrutas con semillas, van comiendo y regenerando lo que comen en multiplicación ejemplar y curiosa, pues antes bien acabar con lo que come precisamente porque lo que come lo replanta, lo reforesta, lo expande y extiende, no habiendo labor humana en ello que la supere o gane dado que la naturaleza la proveyó de tales recursos, que es la número uno en ello, pues lo come todo y no acaba con nada, muy al contrario lo multiplica y lleva más allá en expansión inaudita.

El Padre Báez, que no descubre nada nuevo, sino que recuerda lo que todo el mundo sabe, salvo aquellos que por otros intereses mienten y ocultan la verdad, como es público y notorio y de sobra sabido, que sin conciencia, hasta ni les importan acabar con las cabras, con embustes y mentiras inimaginables e increíbles.

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“... alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos...” (Is 58, 1-9a). / “... inclinad el oído, venid a mí: escuchadme...” (Is 55, 3). / “... las persiguen sin motivo...” (salmo 118).

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Agradezco a la prensa escrita local, así como a los medios radiofónicos y distintas cadenas de televisión e internet, que se han hecho eco y anunciado el encuentro de esta tarde/noche (20,30 horas) en la Asociación del Valle de Agaete, para tratar el tema de la matanza de las cabras por parte del cabildo sin ser multado y sin dar marcha atrás. Allí les espero a todos, incluido el presidente del cabildo y su consejero en asuntos de ganadería y otros colectivos, pastores, defensores de los y amigos de los animales, vecinos, etc., etc., público en general. Al respecto, lo que me dice el hermano en el sacerdocio Don Francisco Martel (Paco), el mismo que en el Valle de Agaete, siendo Delegado Episcopal de Cáritas, abrió la Casa Esperanza para rehabilitación de alcohólicos:

Fernando, deseo que el encuentro de hoy tenga luz y ayude a ver a los ciegos y oír a los sordos; que el Señor te dé serenidad para poner el dedo en llagas que están pidiendo un auxilio. Ojalá se pueda ver un manifiesto firmado de la gente y que salga en la prensa y en los medios ya que se trata de algo que nos toca a todos... rezo por ello al Señor que es nuestro mejor Pastor que no mata a nadie pero dice verdades que dan mucha luz... abrazos y buen encuentro: Paco.