¿Y no las llevaron los
pastores...
... a Belén? ¿Acaso hay una sola de las representaciones
de los Belenes o Nacimientos, que no aparezcan los pastores con sus cabras y
baifos, ante el Niño Dios recién nacido que abriendo sus ojos divinos es lo
primero que ven? No en vano, creciendo el Divino Redentor, se va a llamar a sí
mismo; el Buen Pastor. Y da pena, las quiten de la Historia, un organismo, que
en su día fue el que le quitó la vida al Dios hecho Hombre, Enmanuel; que
también al presente, dictadores hayan contra la Creación, y quieren acabar con
las cabras, las mismas que fueron a ver a Dios con sus amos los pastores y sus
“dioses”.
El Evangelio las prioriza, el cabildo las acaban; Dios las acepta en
su calor y leche, el cabildo las sustituye por sabinas, cedros y pinos; Jesús
las mira y sonríe, el cabildo las maldice y condenan a muerte; cada belenista
cuenta con ellas y las pone en primer plano, el cabildo las matan. Y si san José
fue un hortelano, un ganadero, un pobre del tiempo, artesano, obrero,
trabajador, buen amañado en todo, ¿no las tenía para criar a su hijo el Hijo de
Dios, como cualquier otro de sus y todos los vecinos? ¿Y no ayudó en esa tarea
de todo hijo a su “padre”, Jesús a José en el cuidado de sus cabras, con las que
alimentar a la Sagrada Familia: Jesús mismo, su madre María y José? ¡Si hasta el
mismo Dios -en Jesús- seguro las cuidó!, ¿cómo es que el cabildo -sin respeto,
sin reparo, sin pudor, sin vergüenza, sin pundonor, sin nada que un hombre deba
tener-, las mata?
El Padre Báez, que da un paso atrás de más de 20 siglos,
y se pone ante el Belén primero y los primeros años de Jesús, donde las cabras
tuvieron -como en todas las familias (de entonces, y por todo el recorrido de la
Historia)- el papel que les corresponde, de cara a la alimentación, y profesión
de todo artesano, cabrero, pastor, boyero, la tenencia de una o más cabras.
¡Hasta Dios hecho hombre las cuidó! Y si alargan el carnaval a meses y ya están
preparando el del 2017, ¿no me referiré a Navidad, más allá de su
fecha?
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“... que
animales, vacas, ovejas y cabras, no prueben bocado, no
pasten...” (Jonás, 3, 1-10). / “... esta generación, es una generación
perversa...” (Lc 11, 29-32). / “... el Faraón llamó a Moisés y Aarón y les dijo: Id a ofrecer culto al
Señor; también los niños pueden ir con vosotros, pero dejad las cabras, ovejas y
vacas... también el ganado tiene que venir con
nosotros...” (Ex. 10, 21-11,
10).
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Por si consideras su publicación en ese
medio.
Saludos
José Juan Espino
Rodríguez
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