capricornio

Capricornio, ¿el mejor signo zodiacal?...

... no lo sé, y nada creo en los horóscopos, pero sí en aquellas características físicas, espirituales, morales, etc., de los que tuvieron la suerte de nacer entre los día 23 de diciembre al 21 de enero (se cree Cristo -el mejor nacido de Mujer-, nació entre esos días), contándose entre ellos a grandes políticos, amigos de alturas (en todos los sentidos), amantes de las montañas, las cimas los riscos, los lugares apartados y de difíciles accesos, luchadores, vencedores de obstáculos y otros impedimentos, de éxitos en sus carreras o estudios, amantes del frío y del invierno en cuanto los repliega en sí mismos en interioridades profundas como las alturas, (un san Juan de la Cruz, entre muchos otros),

cumplidores, de gran generosidad, ambiciosos, decididos, etc., nada fácil resumir sus cualidades, y fácilmente reconocibles, porque por poco que se los compare, se verán en ello, algo más que una cabra, de las que cuanto se ha dicho de los capricornios de ellas les vienen todas esas -y más- virtudes o cualidades. Cuanto digamos de un capricornio, es como si lo dijéramos de las cabras: estables, seguras, tranquilas, persistentes en sus objetivos, fiables, etc., que aplicados a los seres humanos, los hacen de los mejores, aunque como dicen por Andalucía: “¡tor er mundo es güeno!”, pero los capricornio, son -a mí (un servidor) me lo parece- los mejores (conste, un servidor es leo [11 de agosto de 1947]).

El Padre Báez, que sigue mirando a las estrellas, y encuentra al capricornio, por delante y por encima de todos los animales, arrastrando a hombres a su pertenencia. Mientras, en la tierra, el cabildo está acabando con ellas, con las mejores, las libres..., ¡y las mata! Y lo hace cobardemente, a escondidas, con gente extraña a esta tierra, y dice van a seguir hasta eliminarlas todas. Y este pueblo, idiotizado con un carnaval que no acaba nunca.

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“... no maldecirás a los jefes de tu pueblo...” (Ex, 22, 19-23, 9).

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Y esto, es como una lluvia que no cesa. Una vez más, el hermano en el sacerdocio:

Fernando, que te envío un saludo y que sigas sembrando, pero con vocabulario donde no te salgan tacos que desluce el tema, a mi modo de ver. Mi padre que amaba sus seis cabras que tenía en Jinámar  las ordeñaba con nosotros que llevábamos la taza con gofio..., (...). Oye, espero que estés rezando más en este tiempo cuaresmal, a ver si cambiamos y hacemos cambiar a muchos políticos matacabras, y a todos los metemos en obras sociales con los más abandonados. Que pases buenas noches.