Hay una isla: “Cabrera”...
... y no me pregunten por qué. Lo sé desde cuando en el
Bachillerato, nos obligaban saber el nombre de todas ellas, ya fueran las
nuestras, las de fuera, las de ellos, las del Atlántico, las del Mediterráneo;
que por Baleares, y a poco de un entender, “Cabrera” de “cabra” debe venir, que
se repite lo del nombre por la abundancia de lo que allí hay en más de una
ocasión.
Es decir, por cualquier lado o por donde quiera nos volvamos, vamos a
ver cabras o sus nombres. Y es reiteración, y esa abundancia es señal de la
importancia de la cabra que al margen de darnos tanto, han dado nombre a islas,
y no es la única ni la primera, y que ante tanta constancia de este nombre,
haciendo referencia a las de cuatro patas, ¿cómo es que en el cabildo están
ciegos, como para no ver atentan contra la mayor, porque estamos viendo -y estos
son los primeros pasos- que las cabras están, han estado y deben seguir estando
en todas partes, lo copan todo, ¿o no?, ¿por qué razón -si es que hay una sola
razón, y que sea válida-, se ha de prescindir y acabar con las cabras?
¿Borraríamos sus nombres de islas, apellidos, lugares,
etc.?
El Padre Báez, que no se cansa de mostrar la
omnipresencia de las cabras por todas partes, por todos lados, y se pregunta
como tantos: ¿por qué el cabildo arremete contra ellas queriéndolas eliminar del
mapa y de la vida? ¿Se lo va a permitir el pueblo?, ¿No va a reaccionar en
contra? ¿Hasta cuándo esta masacre? ¿Cabricidio, por
qué?
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“... son unos
mentirosos...”
(salmo
115).
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Gracias desde Escocia:
Querido Padre
Báez:
En primer lugar, le agradezco
que haya respondido a mi email. Hubiera entendido que con lo ocupado que debe
estar, no disponga de tiempo suficiente para contestar a todos los emails que
debe recibir. Pero no ha sido así, lo cual le honra.
En cuanto a lo de conocernos
en persona, sería un honor tener ese privilegio.
Me encantaría de hecho
compartir con usted (y por qué no, con las personas que están detrás de las
cámaras) un rato agradable con una taza de café (de Agaete, por supuesto),
hablando de nuestra tierra y de todo lo que usted hace por incentivar, promover
y poner el sector primario en el lugar que merece. Del mismo modo, me ofrezco
voluntario para acompañarles y echar una mano con alguna de esas grabaciones que
requieren largas caminatas. Desconozco cuándo podré disponer de unos días de
vacaciones para visitar a la familia, pero le mantendré informado por si fuera
posible compartir ese café y esa caminata. De hecho, hablando del café de
Agaete, ya tengo varias personas que me lo han pedido aquí en Glasgow, así que
como ve, yo también estoy haciendo mi pequeña aportación promocionando nuestros
productos.
Una vez más, ¡gracias por su
labor!
Un
abrazo.
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