“¡pío-pío!”
tabaibero y “¡pío-pío!”
inglés...
“... dijo el olivo... mi aceite...; la higuera... mi
dulce fruto sabroso...; la vid... mi moto...”
(del libro de los Jueces 9, 6-15)./ “... un empresario que al amanecer salió a
contratar jornaleros... salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban
en la plaza sin trabajo... salió al caer la tarde y encontró a otros parados, y
les dijo: -¿cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?...”
(de Jesucristo en el Evangelio de san Mateo 20,
1-16a)./ “...
la hermana tierra, que es toda bendición, la hermana madre tierra, que da en
toda ocasión las hierbas y los frutos... y nos sustenta y rige...”
(del cántico al hermano sol de
san Francisco de Asís,)./ “... el suelo echa sus brotes... hace
brotar sus semillas... ya no te llamarán
abandonada, ni a tu tierra devastada...” (del cántico de Isaías 61, 10-62, 5)./ “...
los que guían al pueblo lo extravían... ¡ay de los que decretan decretos
inicuos!...” (del profeta Isaías 9, 7-10, 4)./ “...
porque Adán es aquel a quien se dijo: con sudor de tu frente comerás el pan, y
labrarás la tierra, de donde te sacaron... la perspectiva humana: trabajo y
sudor...” (de los sermones de san Agustín,
obispo).
... ¡qué distinto el uno al otro; el primero pide goles,
o los canta; el segundo es el normal “lenguaje” de los pollitos, pidiendo
socorro, cobijo o comida a su madre la gallina. Ya hiciéramos aquí lo segundo y
en ello imitáramos a los ingleses, que fomentan la granja familiar -a pequeña
escala- o la tenencia de un simple y vulgar gallinero, con cuatro palos y
forrado de tela metálica de gallinero.
Pues, como saben, les vengo comentando
hace ya con esta entrega la quinta, la revista inglesa: Country Smallholding, cuya filosofía es
alentar y animar a sus lectores, la vuelta al
campo y volver al autoconsumo desde la propia agricultura y ganadería,
con todo lo que ello conlleva. Y créanme, es maravilloso contemplar en sendas
fotografías a un chico joven que da de comer a su gallo (y gallina) en la palma
de su mano; la otra foto con el gallo separado de las gallinas que se le acerca
a la tela del gallinero que los separa (¡ya saben por qué!); más foto familiar
de sus sonrientes componentes (Priscilla,
Rosie, Jos, dat James and Olivia), mostrando el pequeño un hermoso gallo; en
otra, otra niña con senda gallina (“jabás” decían por estos lares a los de su
color, entre blanco y negro); y una hermosa y gruesa gallina, que hará mejor
puchero, que en cuanto al contenido escrito comenta las gallinas campeonas según
categorías, ¡casi nada!, entre otros temas afines al mundo gallináceo. Nuevas
fotos de publicidad donde el anuncio de otra Revista (Your chickens), sobre la gallina en
casa; otras en el jardín, un desinfectante, un pequeño gallinero como para 3-5
gallinas, un medidor de huevos por tamaño con el pollito que lo anuncia
apoyándose en un huevo; es decir todo un mundo tan cercano para uno -que lo
vivió-, y tan lejano para tantos, pues uno, se crió en esto y con esto, y es a
donde pretende la revista llevarnos. Un nuevo artículo -otro- donde aparece la
clásica gallina de “pescuezo pelao”, que así llamábamos por carecer de plumas en
el mismo, con un joven en medio de un grupo de ellas con total familiaridad;
otra dos que picotean y sobre una de ellas el pollito subido; y la de la señora
que tiene -sentada ella-, en su falda unas cuantas, con la mirada desafiante del
gallo defensor de su harem, las aves del corral, con otras dispersas por el
lugar, con la clueca que calienta los huevos con la compañía de un gallo. Todo
un mundo bucólico ido y que la revista pugna por su vuelta, y según se ve, allí
ya -en Inglaterra- es una realidad...
El Padre Báez.
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No puedo dejar de ponerles este correo, que me envió el
amigo Juan Francisco Ramírez, con referencia al anterior de un
servidor:
“ Estimado Padre Báez. Aunque no
respondo a todos sus artículos, sí que los leo. En este caso, me voy a referir
al del agro británico, en el que nos narra las virtudes y beneficios que suponen
para un País y, en particular, para sus habitantes el volver a recuperar el
autoabastecimiento alimentario natural. Trasladando la cuestión a nuestra nación
Canaria podría decirse que, desafortunadamente, difícil será que algo cambie,
pues, carecemos de una clase política, empresarial, sindical e intelectual
-salvo excepciones que confirman la regla-, que vele y apueste por los valores,
costumbres, tradiciones, y por impulsar una diversificación de la economía en
Canarias; potenciando los sectores primario (agricultura, ganadería y pesca),
junto al secundario (industria en todas sus variantes); y, por supuesto, un
cambio en el modelo energético que pase por desarrollar e implementar las
renovables, desechando el gas innecesario, altamente contaminante y peligroso.
Poniendo fin al sistema del monocultivo, que ha venido imperado desde la
conquista hasta nuestros días. Bueno, estas letras son dirigidas a los "Tres
Reyes Magos", pues cualquier otro destinatario, no creo fuese capaz de convertir
las ideas precedentes en realidad. Con mis mejores deseos de paz para el Mundo,
y un cordial saludo para Ud., Dios le bendiga y proteja frente a las mundanas
adversidades”.
112. Sin embargo, es
posible volver a ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limitar la
técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sano,
más humano, más social, más integral. La liberación del paradigma tecnocrático
reinante se produce de hecho en algunas ocasiones. Por ejemplo, cuando comunidades de pequeños productores
optan por sistemas de producción menos contaminantes, sosteniendo un modelo de
vida, de gozo y de convivencia no consumista. O cuando la técnica se orienta
prioritariamente a resolver los problemas concretos de los demás, con la pasión
de ayudar a otros a vivir con más dignidad y menos sufrimiento. También cuando
la intención creadora de lo bello y su contemplación logran superar el poder
objetivante en una suerte de salvación que acontece en lo bello y en la persona
que lo contempla. La auténtica humanidad, que invita a una nueva síntesis,
parece habitar en medio de la civilización tecnológica, casi imperceptiblemente,
como la niebla que se filtra bajo la puerta cerrada. ¿Será una promesa
permanente, a pesar de todo, brotando como una empecinada resistencia de lo
auténtico?
113. Por otra parte, la gente ya no parece creer en un futuro
feliz, no confía ciegamente en un mañana mejor a partir de las condiciones
actuales del mundo y de las capacidades técnicas. Toma conciencia de que el
avance de la ciencia y de la técnica no equivale al avance de la humanidad y de
la historia, y vislumbra que son otros los caminos fundamentales para un futuro
feliz. No obstante, tampoco se imagina renunciando a las posibilidades que
ofrece la tecnología. La humanidad se ha modificado profundamente, y la
sumatoria de constantes novedades consagra una fugacidad que nos arrastra por la
superficie, en una única dirección. Se hace difícil detenernos para recuperar la
profundidad de la vida. Si la arquitectura refleja el espíritu de una época, las
megaestructuras y las casas en serie expresan el espíritu de la técnica
globalizada, donde la permanente novedad de los productos se une a un pesado
aburrimiento. No nos resignemos a ello y no renunciemos a preguntarnos por los
fines y por el sentido de todo. De otro modo, sólo legitimaremos la situación
vigente y necesitaremos más sucedáneos para soportar el
vacío. (de
Laudato sí, la encíclica de
Francisco).
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