miércoles, 3 de octubre de 2012

Sigue Don...

Sigue
Don Jaime...

El que no parece tener remedio y arremete contra la Iglesia venga o no a cuento, es el pobre psicólogo Don Jaime Llinares Labrés, que en el día del que fuera en su día General de su exCompañía de Jesús: san Francisco de Borja, se despacha en La Provincia (página 26 del día de hoy [3 de octubre]), como y pro independentista, con tal de ir contracorriente, que quedándole la jerga religiosa de la protesta, se le ve continuamente el plumero, y es que su paso por la Iglesia, le dejó huella, al menos en el léxico y así términos –en el mar profundo que comento- colonización religiosa, por evangelización, que bautice, por nombre o denomine, llame o diga, o demonizar por cualquier otro verbo, se llega hasta el final de su opinión, tratando de justificar la independencia catalana, y de paso la nuestra –a ver si es seguido- con la referencia que no podía faltar –viniendo de él-, como desahogo, o rabia contenida, que sale de un odio visceral contra la Iglesia y su Pontífice del cual reniega, cuando en su día le profesó un cuarto voto de obediencia, para pedirle al presidente del Gobierno, y poner a su lado a Benedicto XVI –a quien en esta ocasión, sí que le cita sin insultarlo- un nuevo u otro Concilio (III Vaticano), pero aprovecha para tildar al que debe velar por la integridad y fidelidad al depósito de la fe, de absolutista y uniformista, pues me imagino esperará que un nuevo Concilio lo haga –al Papa- democrático y variado en principios y verdades.

En fin, que no tiene remedio. Quede claro, que atacador él; un servidor, seguirá estando al acecho de sus disparates, para subrayarlos, y para de alguna amanera, llevare la contraria y nivelar lo que dice. En este caso, si el Papa, no fuera uniformista, y absolutista, dejaría la Iglesia de ser Iglesia (al menos de Jesucristo o Católica). Pues lo dicho.

El Padre Báez.

Nota.- Aprovecho al santo del día, para decir, que siendo General de la Compañía, escribe a un grupo de jesuitas, que partían desde Cádiz hacia el Perú: “... y digo a mis hermanos, que al pasar por las Canarias, tengan mucho cuidado, pues según tengo entendido, hay allí unos indios que son muy fieros...” Hermoso retrato que a mediados del siglo XVI, el santo dice o hace de nosotros: ser indios (y no canarii), y esa cualidad de ser “muy fieros”, como bien lo demostraron con esa resistencia a la conquista casi un siglo.

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