lunes, 1 de octubre de 2012

El trabajo en...

El trabajo en el campo:

En el campo, hay precisamente eso: trabajo.

Desde que el mundo es mundo, se ha trabajado y se trabaja en el campo, se trabaja el campo. Él, es la fuente de la comida. Si no se trabaja, esa fuente se seca, y el hambre te acecha.

El campo, sigue siendo la mejor escuela.

Si se explota el campo, hay riqueza, hay comida y trabajo; imposible haya paro y hambre. Si se sembrara cereales, tendríamos la comida segura, tanto para personas, como para animales.

Tenemos que recupera agricultura y ganadería. Las vacas, no pueden desaparecer del campo, ni los cultivos; cabras y ovejas, en rebaños o ganados.

Ya no se ve un solo pajar, cuando en años atrás (50-60), se guardaba hasta en las casas, donde se dormía y vivía. Era, la comida de invierno de los animales.

Por supuesto, es una vida sacrificada, de pocas comodidades, pero es vida plena, feliz, con comida.

El trabajo, es divino (Dios es trabajador-creador); Jesús, trabajó y fue conocido como “el hijo del artesano”.

El trabajo del campo, une a la familia y las implica a toda ella en la misma función y tareas diversas y complementarias, que requieren muchas manos y todas, en ocasiones puntuales.

Hay para todos y todo. Mirando al cielo, para ver cuándo va a llover, se vuelven hasta religiosos, pidiendo a Dios buen tiempo, y si agua: “¡el Señor la mande con piedad y misericordia!”

Los niños, hasta aprenden las faenas sin darse cuenta: imitan, copian, remedan, ven, observan y hacen. Nacen en ello.

Es, hacer lo que siempre se ha hecho, y se debe seguir haciendo. Al tiempo, que se es de todo: albañil, carpintero, mecánico...

El Padre Báez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario